Argentina estaba con la soga al cuello después de caer en los dos singles del viernes, pero hoy tomó algo de aire por el brillante triunfo del dobles y mantiene viva la esperanza de lograr la Copa Davis por primera vez en la historia.
David Nalbandian y Eduardo Schwank vencieron con mucha comodidad a los locales Feliciano López y Fernando Verdasco, justamente los verdugos en la final perdida en Mar del Plata 2008. Fue 6-4, 6-2 y 6-3, tras poco menos de dos horas de partido.
Ahora, el gran desafío es lograr triunfar en los singles de mañana, que serán muy durísimos: Juan Martín Del Potro, que ayer terminó en muy mala forma física, tratará de igualar la serie ante el mejor jugador de la historia sobre polvo de ladrillo, Rafael Nadal. Si lo logra, Nalbandian buscará el campeonato contra David Ferrer.
En el partido de hoy, el binomio argentino se mostró muy aceitado, lastimó siempre con el servicio (80 por ciento con el primer saque) y sacó máximo provecho de sus oportunidades (5/6 en chances de quiebre, contra 0/3 de los ibéricos).
Además, la dupla elegida por Tito Vázquez contó con un muy buen set inicial de Eduardo Schwank, quien sacó un gran rédito de drive con derecha. Luego, con la ventaja inicial, se soltó Nalbandian, quien demostró con tenis de alta gama todo lo que genera jugar la Copa Davis. El cordobés fue el líder espiritual y tenístico de un equipo que nunca dejó dudas de que abrocharía el punto. Voleas deliciosas y toques sutiles lo acompañaron hasta el 6-3 final. Hay esperanza...
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