El europeo arrancó más firme desde el fondo de la cancha y con el servicio, y en el segundo game ya generó un punto de quiebre que el argentino logró levantar. A partir del sexto juego, cuando el bonaerense tuvo su primera chance de rompimiento, la historia comenzó a tomar mejor color. Los puntos se hicieron más intensos y Del Potro empezó a moverse con más soltura.
El número ocho del ranking mundial tardó bastante en complicar al checo y recién lo puso bien contra las cuerdas en el noveno game. Allí, Del Potro desequilibró con su velocidad de pelota y consiguió el quiebre en cero, para colocarse 5-4. Se esperaba una reacción del difícil jugador visitante, pero el tandilense impuso condiciones para quedarse con el primer capítulo.
El segundo set no arrancó de buena manera para el tenista argentino, ya que Stepanek logró un rompimiento en el cuarto juego y se puso 3-1. Sin embargo, la Torre regresó rápidamente al partido, consiguió dos quiebres consecutivos y quedó 4-3 con su saque. Luego, lo liquidó con toda su categoría y llegó al tercero lleno de confianza. Así, construyó un inapelable 6-2.
Del Potro, quien en sus prácticas con el equipo trató de evitar el golpe a dos manos y utilizó constantemente el slice, no se guardó nada en el cotejo y pegó con mucha firmeza, más allá de aflojar en algunos pasajes. Pero la derecha y el saque volvieron a hacer de las suyas y no dejó dudas. El tandilense mostró que es un fenómeno.
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