El arranque del tandilense no fue el mejor: le quebraron el saque en el segundo game y la recuperación en el tercero le duró muy poco, ya que volvió a ceder en el cuarto y en el sexto. La cantidad de errores no forzados del argentino –doce- fue la contracara de la potencia en el servicio de su rival (dos aces y 69 por ciento de efectividad con su primer saque).
Pero el rendimiento de Mónaco fue creciendo y, luego de pelear durante casi una hora, logró emparejar el partido. A ambos les costó mantener su servicio (Pico quebró en el segundo, en el sexto, en el octavo y en el décimo, mientras que Berdych lo hizo en el tercero, el séptimo y en el noveno). Con el apoyo del público y aguante desde el fondo de la cancha, el tandilense se impuso por 6-4.
La tercera manga fue a pedir del argentino, que se llevó por delante a su rival en 43 minutos con un implacable 6-1. La confianza de Pico creció a pasos agigantados mientras el checo de desmoronaba anímicamente, con cuatro dobles faltas y diez errores no forzados.
El inicio del cuarto set pareció servido para Mónaco, quien rápidamente rompió el servicio de su rival. Pero Berdych se levantó, quebró en el octavo y el décimo, se impuso por 6-4 y mandó el partido al quinto, en el cual recuperó su mejor nivel. El tandilense reaccionó a pesar de haber arrancado abajo 4-0 y se puso 5-4, pero Berdych no dudó para cerrarlo con un 6-4 que dejó la serie abierta hasta el domingo.
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