David Nalbandian no pudo sellar con un título su muy buena
semana en el ATP 250 de la ciudad de San Pablo, donde volvió a jugar un
certamen de manera oficial después de medio año. El cordobes chocó con
la solidez de Rafael Nadal, quien se impuso por 6-2 y 6-3.
La definición encontraba a dos jugadores que buscan su mejor nivel y, quizás por este motivo, fue menos lucida de lo que se esperaba por la calidad de ambos tenistas. Para Nadal significó conseguir un título después de mucho tiempo y alcanzar la segunda final consecutiva tras la perdida en Viña del Mar ante Horacio Zeballos.
Nalbandian, por su parte, demostró en cuartos de final que puede superar a rivales como Nicolás Almagro, uno de los especialistas en polvo de ladrillo, y que, si consigue darle continuidad a su tenis, será otra vez protagonista en el circuito y una pieza clave para Argentina en la Copa Davis.
El español quebró por primera vez en el sexto game y repitió en el octavo para llevarse el parcial. El segundo tuvo al cordobés arriba por 3-0 y dos quiebres de ventaja, pero fue perdiendo energías, sumando errores y empezó a perder poco a poco la diferencia.
El ex número uno del mundo y actual cinco del escalafón encadenó seis juegos consecutivos y volvió a levantar un trofeo, el número 51 de su brillante carrera. El último había sido el año pasado en Roland Garros.
La definición encontraba a dos jugadores que buscan su mejor nivel y, quizás por este motivo, fue menos lucida de lo que se esperaba por la calidad de ambos tenistas. Para Nadal significó conseguir un título después de mucho tiempo y alcanzar la segunda final consecutiva tras la perdida en Viña del Mar ante Horacio Zeballos.
Nalbandian, por su parte, demostró en cuartos de final que puede superar a rivales como Nicolás Almagro, uno de los especialistas en polvo de ladrillo, y que, si consigue darle continuidad a su tenis, será otra vez protagonista en el circuito y una pieza clave para Argentina en la Copa Davis.
El español quebró por primera vez en el sexto game y repitió en el octavo para llevarse el parcial. El segundo tuvo al cordobés arriba por 3-0 y dos quiebres de ventaja, pero fue perdiendo energías, sumando errores y empezó a perder poco a poco la diferencia.
El ex número uno del mundo y actual cinco del escalafón encadenó seis juegos consecutivos y volvió a levantar un trofeo, el número 51 de su brillante carrera. El último había sido el año pasado en Roland Garros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario