2.6.08

El tenis argentino duele

El fracaso en Roland Garros ni siquiera encuentra consuelo en el potencial de las nuevas camadas. Uno de sus mejores exponentes le pegó duro a la Asociación. En el certamen mayor, los tenistas argentinos se fueron rápidamente. Oportunidad propicia para prestarles más atención a los chicos, que esta vez sí vinieron al torneo más importante del mundo sobre polvo de ladrillo, donde se aprende el abecé del tenis que luego intentarán proyectar como profesionales. Dos de los tres juniors que participan del certamen debutaron con éxito. Guido Pella vapuleó al británico Thomas Knights por 6-0 y 6-1 y Aranza Salut venció a la francesa Adelina Goncalves por 7-6 (12-10) y 6-3. Lamentablemente Juan Vázquez Valenzuela, octavo favorito, cayó ante el británico Daniel Evans por 6-7 (3-7) 6-2 y 6-4. Pella es una de las esperanzas del tenis argentino y éste es su último año en la categoría junior. No siguió un camino habitual, sino que en 2007, junto con su entrenador, Fabián Blengino, decidieron que el envión del chico merecía probarse en los Futures para empezar a sumar puntos, en lugar de aceptar la propuesta de la Asociación Argentina de Tenis de mandarlo a la gira Cosat. Como no sumó para el ranking junior, se perdió Roland Garros el año último. Pero tenía otra posibilidad este año, porque los que están entre los 500 mejores del ranking tienen derecho a participar de las competencias junior. Pero se quedó en el puesto 576 y no le alcanzó. Por eso vino a jugar clasificaciones. En el Trofeo Bonfiglio, uno de los más importantes del mundo, alcanzó el título. Sparring del equipo de la Copa Davis en Austria, a comienzos del año pasado, ahora disfruta de este torneo. "Siempre quise volver a jugar en juniors. Estar acá, en Roland Garros, viviendo todo esto es increíble, compartir cosas con los mejores jugadores, verlos en los vestuarios", contó el zurdo. El otro día peloteé con Almagro", contó el zurdo, aunque no es habitual que los profesionales busquen zurdos para pelotear. "Por ahí, si Federer juega la final contra Nadal me llama", dijo con una sonrisa. Algo parecido le pasó a Vázquez Valenzuela, que practicó con Lleyton Hewitt. Esa sonrisa se le borró a la hora de hablar de la AAT: "No me apoyó en nada. Lo que me ofrecieron fue hacer la gira este año también para sumar puntos y entrar en los torneos, pero yo no quería viajar con el equipo, porque para mí no se hace una buena preparación. No se elige bien a los entrenadores. Los que están no son los mejores. Estuve en el hotel con los chicos y la verdad es que no me parece que se manejen las cosas como corresponde. Yo no los vi entrenarse, los vi todo el tiempo en las computadoras, y nadie está detrás de ellos. Me parece que si querés ser bueno tenés que hacer las cosas bien, en función de eso. Los chicos necesitan más atención", dijo Pella. La AAT se hizo cargo de una gira europea de la que participaron Juan Vázquez Valenzuela (8° junior del mundo, el otro varón en parís), Ignacio Martiré, Kevin Konfederak, Aranza Salut (también jugará aquí) y Paula Ormaechea. El grupo está a cargo de Fernando Segal como coach general, aunque a la vez es el entrenador de Vázquez Valenzuela, con Lucas Mascanfroni como preparador físico. Pella profundizó sobre su situación y su pensamiento general: "Yo preferí evitar todo eso y venir en forma particular. Por eso me molestó cuando la AAT salió a decir que me había apoyado cuando gané el Trofeo Bonfiglio. Si no me apoyan y no dicen nada, todo bien. Pero que mientan me parece muy feo. Yo no tengo nada en particular contra la AAT, pero nunca me dijeron que me pagaban algo, parte de la estadía, medio pasaje, nada. Y acá no vino nadie a preguntarme si estaba bien, si necesitaba algo. Pero salieron a decir que me apoyaban. "En la Argentina hay siempre jugadores juniors, pero si la AAT no cambia va a ser difícil que puedan llegar. Mi camada ya está terminando y a la que viene le falta bastante. Ojalá toda la vida tengamos tenistas en el top ten, lo digo de corazón porque aunque yo no llegue quiero que mi país esté arriba, pero así va a ser muy difícil. Mi entrenador no tiene una buena relación con la AAT y supongo que por eso me dan apoyo o no me incluyen en los proyectos. Pero yo confío plenamente en él. Sé que lo que él dice es la verdad, que me aconseja bien, y lo que me diga lo voy a hacer."

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