Siempre apuntó alto. Por eso, ahora con 20 años, Federico Delbonis, azuleño él, bonaerense, trató de esquivarle a los Challengers y hacer palotes, de una, anotándose en torneos ATP, Masters 1000, Grand Slam… Sin suerte, claro. Apenas si tuvo una participación en el cuadro principal en Buenos Aires. Y por invitación. Leo Mayer lo liquidó en primera ronda y… Volver a empezar.
Llegó Stuttgart, Alemania (polvo de ladrillo, 450.000 euros en premios), y Delbonis prendió. Empezó a voltear muñecos hasta llegar, ni más ni menos, a semifinales, donde se encontró con Juan Carlos Ferrero, el español que tuvo un año difícil por sus lesiones pero que llegó a ser n°1 del mundo. Fue derrota 3-6, 6-4 y 6-4 en dos horas y cinco minutos. Con sólo ver el desahogo del Mosquito vale darse cuenta de lo que significó tener al pibe.
En el primer set, Delbo consiguió un break decisivo en el 4-2 y se llevó la manga después de un toquecito corto y errático en la red. El Mosquito había tenido tres break point pero quien lo aprovechó fue el 240° del mundo, quien ahora podría acercarse al Top 200.
En el segundo set, Delbonis quebró para el 3-2 pero Ferrero lo recuperó enseguida para el 3-3. Y lo volvió a hacer hacia el final.
En el definitivo, cada uno mantuvo su saque hasta que el español pudo quebrar recién en el que fuera el último punto del partido, cuando a Delbonis se le fue ancha la bola.
Quien ya ganase los Challengers italianos de Manerbio (2009) y Roma (2010) y fuese finalista el año pasado en Nápoles y Rimini (además de ser invitado por Tito Vázquez para la serie de la Copa Davis ante Suecia), supo estar 117° en el ránking ATP. ¿Será el gran envión? Ya lo picó un Mosquito. Que ahora lo pique una avispa y se agrande.
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