9.6.06

Mala Noticia: David Nalbandian debio retirarse

Debió retirarse por un dolor en el abdomen cuando estaban 3-6, 6-4 y 5-2 a favor del número uno del mundo, en la primera semifinal de Roland Garros. En el otro cruce se enfrentarán Rafael Nadal e Ivan Ljubicic. Televisa ESPN. El número uno del mundo salió con todo en los primeros games. Tomó la iniciativa desde la y cada vez que pudo atacar con su derecha, lastimó. Pero el buen momento sólo le duro un par de juegos. Porque David empezó a encontrar profundidad con sus golpes e incomodó al suizo, quien estaba totalmente desenfocado: siempre quedaba a mitad de camino y le costaba horrores afirmarse para pegar. Ese tipo de remera azul y vincha blanca que enfrentaba a Nalbandian en la cancha Philippe Chatrier no parecía el número uno del mundo. En el sexto juego (el argentino ya había quebrado y estaba 3-2 arriba), Federer, para demostrar que no era uno de sus mejores arranques, enganchó dos pelotas, erró feo otra y dejó la última en la red. Estaba desconocido. Y claro, ni lerdo ni perezoso, David supo que era el momento para presionarlo. Jugando un tenis casi perfecto, consiguió otro break en el final del set y se impuso por 6-3. El cordobés siguió fino en el arranque del segundo parcial y prácticamente pasó por arriba al número uno para irse 3-0 arriba. Pero' siempre hay un pero. Y más cuando el que juega es Roger Federer. ¿Cuánto tiempo más podría jugar tan mal? La respuesta es fácil: poco. El suizo metió dos o tres buenas bolas y entró en calor. Ajustó su derecha, empezó a encontrar su mejor tenis y emparejó las cosas: recuperó el break en el quinto juego y luego volvió a quebrar (aprovechó un smash que David dejó en la red) en el séptimo. Arriba 4-3 y con su servicio, estaba de nuevo en carrera. Luego, con total autoridad cerró el set por 6-4. Puño apretado, grito de aliento: sabía que había salido de una situación complicada. Ahora, el que se encontraba ahora en un momento difícil era Nalbandian. Más allá de estar set iguales, el cordobés estaba abajo anímicamente. Su cara así lo indicaba. Había desperdiciado una ventaja de 3-0 en el segundo y para colmo de males, Federer le había quebrado en el primer game del tercer parcial y estaba con todas las luces. Nada podía ser peor para David. ¿Nada? En realidad, fue peor. En el cambio de lado después del tercer game, Nalbandian solicitó al trainner. No se sentía cómodo. Tenía un dolor en su abdomen. Lo atendieron un largo rato y luego volvió a la cancha. Pero siguió mal. Le costaba moverse. Un game más, otro. Otro más. Federer le quebró el saque para irse 5-2 arriba y David finalmente decidió no seguir. Una lástima, porque Nalbandian arrancó bien y el choque de semifinales pintaba para partidazo. Pero ese bendito abdomen lo dejó otra vez afuera. Quienes querían disfrutar de una nueva batalla entre el uno y el tres del mundo, deberán esperar. No mucho, seguro. En la otra semi, Rafael Nadal (2do) y el croata Iván Ljubicic (4to) se enfrentan por un lugar en la final.

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