29.12.07

El descanso del Gladiador

Mientras se recupera de una lesión en una muñeca, Cañas piensa en 2008 y en clasificarse para el Masters; también sueña con estar por primera vez en los Juegos Olímpicos. La muñeca izquierda, inmovilizada por una férula desde el 1° de actual no significa que el Gladiador descanse más de lo habitual. Por el contrario, Guillermo Cañas se está preparando para volver y dejar atrás un desgarro en el tendón cubital posterior que lo complicó en el último tramo de la temporada. Disputó su último encuentro el 17 del mes último, ante el alemán Mischa Zverev, en la semifinal del ignoto Challenger de Dnepropetrovsk, en Ucrania. Desde entonces tuvo tiempo para relajarse, pero eso no parece ser lo suyo: cuando se tomó unos días en América Central, aprovechó para hacer un par de exhibiciones... "Sí, ya volví de las vacaciones. Pensé que iban a ser más largas, pero... empecé a hacer gimnasia fuerte. Con el tenis, practico algo de derecha, un poco de volea, pero no puedo sacar", cuenta Cañas, en el comienzo de una charla con LA NACION, en la terraza del Vilas Club. En la cancha principal, unos metros más abajo, el hombre que le dio su nombre al club de Palermo ofrece una clínica de tenis. "Estuve jugando con Vilas. Para mí, es divertido estar con él en una cancha, compartir algunas cosas El siempre llega a horario, se queda el tiempo que haga falta; es bueno para mantener un poco el ritmo y no olvidarme. Y él se está entrenando para ir a Australia, así que también le viene bien. Si gana el Senior del Abierto, será culpa mía que lo entrené muy bien, ja", cuenta el jugador de Tapiales. Son los últimos días con la férula; la semana próxima se la quitarán y de inmediato comenzará la rehabilitación, que por lo menos durará otras seis semanas, según el plan inicial contemplado por el cuerpo técnico que integran el coach Gastón Etlis, el preparador físico Fernando Cao, el médico Walter Mira y el kinesiólogo Diego Rivas. Si todo marcha bien, el regreso podría producirse en el Masters Series de Indian Wells, a mediados de marzo. "Empecé a sentir el dolor en el torneo de Umag, pero pensé que era uno más de los que uno tiene en competencia; se hizo más fuerte en Cincinnati, y antes del US Open me infiltré; a medida que pasaban los torneos, un día lo sentía, otro no... hasta que decidí parar. No me impide jugar, pero tampoco me deja rendir al ciento por ciento. -Pero el circuito está muy competitivo, exige estar en las mejores condiciones -Por mi juego, necesito estar a full. Mientras estuve a pleno... Hasta Umag fue todo muy bueno. Lo que trajo la lesión fue un estrés muy grande. Uno está acostumbrado a los dolores normales cuando está jugando, esos que te acompañan todos los días, pero dejé de disfrutar con esta lesión. Está visto que mi muñeca es algo especial (N. de la R: en 2000 fue operado por una dolencia similar), porque por ese lado siempre vinieron los parates. -Pero empezaste sin ranking, hace quince meses, y terminaste dentro de los 20 primeros... -Fue un año increíble; lástima lo de la mano, que me sacó energía. Al final, el cansancio se multiplicó por mil por este problema, y por eso no terminó como lo esperaba, porque hasta tenía la chance de concluir entre los diez mejores. -Estabas muy ilusionado con Roland Garros. ¿Es posible que la derrota con Davydenko haya sido la más dolorosa del año? -Sí, porque estaba haciendo un gran Roland Garros y no jugué de la manera que quería. No soy de quedarme atrapado pensando en una derrota; cuando pierdo, lo analizo y ya está. Pero ahí me quedé mucho tiempo pensando en lo que pasó. Podría haber sido diferente y no se dio. Por eso me quedó una sensación amarga, porque Roland Garros es un torneo especial para mí. -¿Las victorias sobre Federer (en Indian Wells y Miami) fueron las mejores de tu carrera? -Fue grandioso ganarle a Federer. Lo viví de una manera linda, y quizá fueron las victorias más grandes por todo lo que significa Roger, pero no lo sentí como creo que lo vivió la gente, no es algo que me haya marcado. Son partidos que no voy a olvidar, claro, pero hay otros que recuerdo más por todo lo que vivía en el momento. Por ejemplo, uno que le gané a Henman en Australia 2004 (9-7 en el quinto set), otro contra Moya en Roland Garros 2002, que es el mejor que jugué en mi vida. -¿Cómo te llevás con Federer? -No me cae bien ni me cae mal; no hay ninguna relación. Es un "hola" y nada más. No me hizo nada, pero no es una persona con feeling para una relación, más allá de un saludo por verlo muy a menudo y compartir lugares con él. Creo que sólo una vez me entrené con él. -¿A qué apuntás en 2008? -Un poco lo empiezo con el pie izquierdo, pero hay que salir a buscarlo. El año es largo y siempre puede haber un momento para hacer el clic y cambiar lo que no empezó bien, un poco como lo de David (Nalbandian), aun cuando lo que hizo fue fantástico. Arrancamos mal porque no jugaré en Australia, pero lo primero es recuperarme, que mi mano esté sin dolor; de confianza estoy bien, sé que estaré bien preparado. Mi meta es terminar jugando el Masters. -La Copa Davis es otro objetivo... -Sí, aunque estoy afuera contra Gran Bretaña (en febrero próximo). Lo hablé con Luli (Mancini, el capitán), y veré si llego para estar contra Suecia o Israel (en abril). Creo que nos salió un buen cuadro para empezar, y el segundo partido es más difícil, pero igual es una buena posibilidad. Si se dan todos los resultados, podríamos jugar semifinal y final en casa, aunque falta muchísimo. Tenemos variedad de nombres, que es bueno. -En agosto estarán los Juegos Olímpicos de Pekín... -Para mí son algo especial. Me encantaría ganar una medalla, pero soy sincero: la verdad es que no cambiaría nada de eso por una Copa Davis o un Grand Slam, que para mí están mucho más allá. Tenemos metas que acaso sean más grandes para nosotros, y las tenemos todos los años, pero entiendo que, para los atletas, los Juegos sean lo más grande. Lo que quiero vivir es la sensación que tienen otros deportistas al estar allí; compartir todo con la gente que se entrenó cuatro años para ese momento. Estar cerca de ellos me pone mucho más orgulloso que el hecho de estar jugándolo. -Sería tu primera vez. -Es cierto, nunca estuve en los Juegos. En Sydney 2000 estaba lesionado, y en Atenas me quedé afuera. El ranking me alcanzaba, estaba cerca del puesto 30°, pero había un tope de cuatro jugadores por país, y en ese momento yo era el quinto argentino Por eso digo que sería un placer compartirlo con la gente que se rompe el lomo para estar allí. * Una realidad al margen de la gente común "Los tenistas vivimos una realidad diferente de la gente común; yo siento que no la vivo, a no ser que esté un poco con mis amigos. Al país lo veo mejor que hace cinco o seis años, que es algo lógico después de todo el quilombo que hubo. Eso sí, una de pocas cosas que me doy cuenta cuando estoy por aquí es cómo suben los precios".

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