Argentina dio un paso enorme rumbo a la final de la Copa Davis ganandole por 2 a 0 a Rusia

Nalbandian se impuso por 7-6 (5), 6-2 y 6-4 a Andreev en el primer punto y luego Del Potro aplastó a Davydenko por 6-1, 6-4 y 6-2. Mañana, en el dobles, el equipo nacional intentará cerrar la serie ante Rusia y acceder a la definición por la Ensaladera de Plata. Avanza la ilusión. El sueño está cada vez más cerca y un país lo sostiene. Argentina tuvo una brillante jornada inaugural de la serie ante Rusia y quedó a tiro de acceder a la final de la Copa Davis, al colocarse 2-0 arriba tras los dos primeros singles que atestiguaron nítidas victorias de David Nalbandian y Juan Martín Del Potro. Nalbandian en Copa Davis es toda una garantía: hoy volvió a cumplir con su rol de estandarte de la Legión y logró el primer punto. El unquillense se quedó, con autoridad, con un partido que en los papeles se presumía más complicado que lo que fue, al margen de alguna zozobra durante el tie break. Fue 7-6 (5), 6-2 y 6-4 ante Igor Andreev en dos horas y 26 minutos de juego en el Parque Roca. El set inicial fue muy apretado y el que a la postre terminó definiendo el curso del match. Andreev lastimaba con su primer servicio y complicaba con la derecha desde el fondo de la cancha. Nalbandian tenía más variedad de recursos, ganó seguido en la red, pero tuvo siempre más problemas para cerrar los puntos con su saque. Bien parejos llegaron al tie break y ahí el ruso tomó una rápida ventaja de 4-1, pero cuando se venía la noche Nalbandian lo sacó con experiencia y algo de fortuna (su rival cometió tres errores no forzados). Ese desenlace influyó directamente en el desarrollo del siguiente parcial. Andreev arrancó golpeado y el cordobés no lo perdonó. Rápido quiebre para comandar con autoridad hasta el 6-2 final. El tercero, en cambio, venía parejo: ambos jugadores mantenían su servicio. El cordobés, entonces, esperó, se agazapó y, basado en una ofensiva devolución, quebró en un momento clave y decisivo: el décimo game, que definió set por 6-4 y por consiguiente el partido. Después llegó la extraordinaria exhibición de Juan Martín del Potro, el mejor jugador argentino de la actualidad. En su debut como titular en la Davis, el tandilense tuvo una actuación descollante y aplastó nada menos que a Nikolay Davydenko, número seis del planeta y quien se había quedado con el único antecedente entre ambos (el año pasado, en el Masters Series de París, con parciales de 7-6 y 6-1). Delpo hizo gala de una de sus mejores armas y fundamento de su brillante momento: el servicio. Y cuando tuvo que devolver se mostró igualmente agresivo y sin dar nunca una pelota por perdida. Aprovecho también los numerosos errores del tenista nacido en Ucrania y le dio una paliza en 34 minutos para consumar un 6-1 tranquilizador. El pibe de 19 años, que en los dos últimos meses ganó consecutivamente los torneos de Kitbuhël, Stuttgart, Los Angeles y Washington, los primeros de su carrera, y llegó a los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos, controló el desarrollo, ganó el segundo set por 6-4 y comenzó el tercero con un quiebre sobre el servicio de su rival. A esa altura todo era tranquilidad y confianza para quien había manifestado que no iba a poder dormir la noche anterior. Con esa ventaja, Del Potro llevó adelante el set. Davydenko reaccionó de a ratos, pero nunca fue suficiente para poner en aprietos al argentino. Fuera de la pista, muy cerca del capitán Alberto Mancini, alentaban como hinchas comunes Juan Mónaco, José Acasuso, Mariano Zabaleta, Guillermo Coria, Gastón Gaudio, Lucas Arnold y otros destacados tenistas de la Legión. Era la tarde de Del Potro y de la Argentina. El tandilense no tuvo mayores inconvenientes para cerrar el match en su favor y provocar el delirio del público que colmó el Parque Roca. El tercer punto de la serie lo disputarán mañana Agustín Calleri y Guillermo Cañas ante Dmitry Tursunov e Igor Kunistsyn. Entonces, la Argentina buscará acceder a la tercera final de su historia.