Un dolor en la espalda le complicó el regreso al Mago. "Estoy triste, pero preferí dejar la cancha para no agravar el problema", explicó el de Rufino, quien afirmó que estuvo más nervioso que en la final de Roland Garros.
Guillermo Coria regresó a jugar después de 13 meses, pero una lesión no le permitió terminar el partido frente a Juan Pablo Brzezicki, correspondiente a la primera ronda del Challenger de Belo Horizonte, Brasil. "Entré en la cancha muy nervioso, creo que ni en la final de Roland Garros estaba tan tenso. Pero jugué bien hasta el cuarto game, cuando comencé a sentir un dolor fuerte en la espalda. Sentí que se me trababa todo, mi cuerpo no respondió más y me asusté. Comencé a sacar mal, no pude jugar más y preferí dejar la cancha y no correr el riesgo de agravar el problema", aseguró Coria, en declaraciones que reproduce la página oficial del torneo. "Estoy muy triste, estaba con muchas esperanzas. Entrené bien los últimos días y me sentía preparado físicamente. Voy a hacerme exámenes para saber qué pasó, si es una contractura, espero jugar otros torneos en breve", agregó. El santafesino comentó que "estaba con mucha confianza al inicio, jugando de igual a igual con Brzezicki, cuando comencé a sentir dolores. Físicamente creo que estoy más fuerte que nunca y creía que jugando acá volvería a adaptarme al ritmo del circuito. Sabía que sería muy difícil, el nivel es muy alto, pero tenía esperanzas en hacer un buen primer partido". Por último, el Mago comentó que "quiero volver a jugar bien, ganar partidos, torneos e ir evolucionando poco a poco. Quién sabe, hasta podría disputar los Juegos Olímpicos de Beijing".23.10.07
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