24.2.07
Hartfield vive un sueño en su mejor semana
El jugador de Oberá, de 26 años, venció al francés Devilder y jugará hoy, en el Buenos Aires, su primera semifinal en el ATP Tour; la historia de un luchador de los courts que, desde pasado mañana, estará entre los cien mejores.
Su historia es similar a la de muchos otros tenistas que batallan, semana tras semana, en el circuito profesional; no hablamos de las grandes figuras y sí de los luchadores, los que deben remar en cada torneo y juntar el dinero para viajar, alojarse en hoteles de mediana categoría y, en el mejor de los casos, tener la posibilidad de contar en las giras con su entrenador. En cada torneo en el que se caen las estrellas, aparecen los nombres poco conocidos para el público, y detrás de cada uno de ellos hay un sueño. Una ilusión como la de Diego Hartfield. A los 26 años, el jugador nacido en Oberá vive la semana más feliz de su carrera. Con su victoria por 6-4 y 7-5 sobre el francés Nicolas Devilder, el Gato -un apodo que viene desde la niñez, y que luego se combinó con la admiración por Gastón Gaudio- avanzó a las semifinales de la Copa Telmex; por primera vez está entre los cuatro mejores de un torneo de ATP, y hoy, desde las 12.30, buscará el match decisivo ante el zurdo italiano Alessio di Mauro, que derrotó al español Albert Montañés por 1-6, 6-4 y 6-2. La ficha personal dice que Diego, el hijo de Ernesto y Susana, comenzó a jugar a los cinco años, y en el Oberá Tenis Club también practicaba natación y basquetbol. Pero eligió el deporte de las raquetas y pronto conoció a otro misionero, José Acasuso; a los 14 años, comenzó a entrenarse con él en Posadas, y un par de temporadas después se mudó a Buenos Aires. No fueron fáciles los primeros tiempos, porque no había un apoyo económico para las giras. "La mía fue una carrera de progreso lento, la verdad es que de chico no era un gran jugador", admitió Hartfield acerca de porqué no llegaban los sponsors particulares. Transitó durante mucho tiempo el sacrificado tour de los futures, donde cada punto puede valer tanto como asegurarse otra semana de competencia o volver a casa. Devaluación y default mediante, el sustento se lo ganaba a puro esfuerzo en los interclubes de Italia y Alemania. A comienzos de 2003 comenzó a entrenarse en la academia de Oscar Oky Rodríguez y Hernán Suárez. El repunte empezó a fines de 2005, con el tour de la Copa Petrobras y la final en Buenos Aires. Pero no era suficiente, y un grupo de amigos hizo una vaquita para solventarle una gira a los Estados Unidos. Allí consiguió los dos primeros challengers de su carrera, en Atlanta y Tunica, y tres semanas después se presentó en el circuito mayor. El lugar, el estadio Philippe Chatrier de Roland Garros, y el rival, Roger Federer, nada menos, frente a 15.000 personas. Llegó a estar 5-4 y a dos puntos de ganar el primer set, pero se le escapó. No importó: Hartfield disfrutó a pleno esa primera vez y hoy cuida como un tesoro el video y el DVD de aquel encuentro. Y hasta recibió los elogios del número 1 del mundo: "Tuvo una buena actitud y me impresionó muy bien". Este año empezó bien, con una final -que perdió con Cañas- en San Pablo, pero después volvió a sufrir un par de tropiezos. Como 117° del mundo, iba a jugar la clasificación en Buenos Aires, pero la llegada de Cañas a las semifinales de Costa de Sauípe abrió un lugar en el cuadro: el de Tapiales entró como excepción especial , y la organización de la Copa Telmex le extendió una invitación especial. Al ganarle al alemán Gremelmayr, pasó a integrar el Grupo 7, con su amigo Acasuso y Sergio Roitman. El clásico misionero se resolvió de manera inesperada, con la baja por lesión de Chucho , y el triunfo ante Escopeta marcó el pase a los cuartos de final. Ayer, contra Devilder, mostró los rasgos de su juego, con toques de calidad y algunos baches , traducidos en imprecisiones y errores no forzados. Ante un rival de escasos argumentos, Hartfield cargó con el peso del partido. Y con todo lo que había detrás: la posibilidad de jugar la primera semifinal de ATP, y los puntos para estar por primera vez en el top 100 -hoy quedaría 90°- y asegurarse el ingreso directo en Roland Garros. Aparecieron algunas dudas en el final, pero lo pudo cerrar. "Fueron muchos años de luchar, de fracasar y levantarse. Pero siempre confié en mí y seguí soñando. Trabajamos mucho para llegar hasta aquí y sé que vendrán más cosas buenas", dijo después de su triunfo ante el zurdo francés. Hartfield sabe que el sueño sigue, y que hoy puede alargar una semana increíble, de las que cambian una de esas tantas historias.
Cañas no va a participar en el ATP de Acapulco Guillermo Cañas decidió no jugar el torneo de Acapulco, que se disputará la semana próxima, para descansar tras la maratón de diez partidos que disputó en dos semanas. El jugador de Tapiales todavía no confirmó si también se retirará del Masters Series de Indian Wells, pero sí aseguró que jugará el de Miami.
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