22.7.06

MARIANO PUERTA:"Quedó demostrado que no hice trampa"

El ex top ten contó por primera vez sus sensaciones tras la reducción de la pena. Y afirma que aún no sabe si vuelve en junio próximo. Piso 21, el último, un cómodo departamento sobre Avenida Del Libertador. Mariano Puerta, el mismo que durante más de un año debió callar por asuntos de procedimiento judicial, responder "no tengo comentarios" sistemáticamente; habla y no para de hablar. Es la primera vez que lo hace desde que el Tribunal Arbitral del Deporte (CAS, en inglés) le redujo de ocho a dos años la sanción por el doping involuntario previo a la final de Roland Garros 2005. A solas con Olé, el ex top ten se refirió a su presente y la decisión sobre el futuro. —¿Qué pensás del fallo? —Por un lado es histórico, no pasó en ningún deporte que redujeran tanto. Aceptaron que fue mala suerte. Lo importante es que que- dó demostrado que no hice trampa. Quedé limpio. Podría jugar en diez meses. Pero, si tengo razón y todo fue un accidente, ¿por qué esperar ese tiempo? Entonces, no está todo bien. Me preguntan en la calle también: "¿Estás contento?". Y digo que no del todo, porque yo me la jugué, gasté 300 lucas no sólo para que los tipos me den la razón, sino para que anulen esto. Porque no es que en la orina había 100 gotas, estamos hablando de nada, de meter agua en un vaso y agarrar el residuo que queda contra las paredes. —¿Se sienten inseguros? —No hay seguridad. ¿Yo decido volver y qué? Nadie está exento de que le pase. Ahora podemos ir a la calle y manejamos bien, pero pasa uno en pedo, te parte al medio y tuviste una desgracia. ¿Y si vuelvo a tener otra desgracia? El CAS pide en su fallo que se cambie el reglamento para casos excepcionales, únicos y accidentales como éste. Uno piensa que es raro que te suceda, hasta que sucede. La pasás mal. No es sólo que estás inactivo: quedás pegado a la palabra doping, que es horrible... —¿Cómo fue la madrugada cuando salió el fallo? —El día anterior me mandaron un fax diciéndome que alrededor de las 5 iban a llamar para darme la resolución. Y olvidate: no dormí. El presidente del Tribunal se comunicó con Moliné O''Connor, mi abogado, y él me llamó a las 6. Le dije "Edu, ¿cómo? Si nos jugamos a que se anule...". Estaba nervioso, somaticé. Al otro día, fiebre, gripe, sensaciones encontradas: ¿tengo razón y me seguís suspendiendo? De locos. —¿Creés que si no se hacía público el caso, no habría pasado nada? ¿Que hubo necesidad de sanción a partir de la primicia de L''Equipe? —No me puse a pensar en eso, pero sí digo que estoy en contra de que se sancione por esto a cualquier jugador, no sólo a mí. —¿Qué harás ahora? —Todavía no decidí si volveré o no. Si bien me seducen los desafíos, todo es muy reciente. Para volver hay que meterle mucha dedicación y ya, desde agosto. Hacer un plan de mantenimiento, y en abril empezar la pretemporada. Para eso debería llegar a esa época en forma. Si me tiro panza arriba hasta abril, no va. Hablamos de un esfuerzo grande, más que nada mental. Es un trabajo a largo plazo al que no estamos acostumbrados los tenistas. Por ahí otros tipos preparan los Juegos Olímpicos con tiempo, pero nosotros no trabajamos así. En los próximos días decidiré. —¿Pero cuál es la sensación? ¿Una tendencia? —Aún no me puse a evaluar. Sí te puedo decir que sería una sensación grossa volver, por lo que pasó y lo que se dijo. De irme para siempre estaría otra vez, con expectativa alrededor. Me seduce empezar totalmente de cero a los 28. —Si bien es edad avanzada para el tenista, tampoco estás de vuelta... —Exacto. Por ejemplo, Gas- tón (Gaudio) o Mariano (Zabaleta), al haber tenido una carrera tan continuada, por ahí están más desgastados mentalmente. Si juntás esta suspensión con la otra, más las lesiones que tuve, son casi dos años y medio que no jugué. No estoy tan cansado. A los 30 todavía tendría pilas. Además, merezco retirarme en una can- cha, no así, o en una exhibición forzada. Es difícil, pero no imposible. No sé si me daría para volver al top ten, pero quizá entre los 50. —¿Volverías en los futures, a las giras por países como Irán o Uzbekistán? —Esa gira por challengers y futures la hice porque no me encontraba bien de físico y tenis. Debía recuperar terreno. Ahora no tendría necesidad, me darían seis wild cards para ATP... —¿Asegurados ya? —Sí, no habría problema. Y después los challengers por Latinoamérica. Aparte, al quinto o sexto torneo ya no voy a necesitar más invitaciones, al menos para los challengers. Con 150 puntos entrás directo y más en esa época del año. Tampoco la veo tan dramática la vuelta, pero tengo miedo de volver y que me vuelva a pasar algo así. —Lo malo es que no podrías jugar Roland Garros el año que viene... —No, justo el 5 de junio es el lunes de la segunda semana del torneo. Una lástima, porque calculo que seguro me habrían invitado. —¿Qué estuviste haciendo en estos meses? —Estuve jugando mucho al golf, fui varias veces con Gaudio y Luli (Mancini), que se sorprendía de lo rápido que aprendía. Lo vi a (Darío) Lecman para mantener el peso, porque tengo tendencia y puedo estar regordo. Más o menos me mantuve: ahora tengo cinco kilos más que el día de la final de Roland Garros. No está tan mal, porque en Wimbledon, dos semanas después, ya estaba dos kilos arriba. Vine acá y me comí un par de asados, je. Jugué al tenis dos o tres veces por semanas, otras paraba. Tenía que mantenerme por si volvía rápido. —¿Qué es lo que creés que falla en el sistema antidoping? —Los controles están bien, están perfectos, falla el reglamento. Tienen que servir para castigar a los que sacan ventaja o cometen negligencia, y acá no hubo mejora deportiva, negligencia ni nada. Hay que escribir para casos como éstos. —¿Hay algo que te reproches, una autocrítica? —Y... nada. ¿Cómo evitar algo así? Si en vez de tomar agua en el vaso tomo del pico y bueno, quizá sí zafaba. Debería entonces andar con un flaco que me seque los vasos donde vaya. Es cualquiera. O podría pedir que me traigan cerrada la lata de Coca. Son desgracias, le puede pasar a cualquiera. Pero acá hay tipos que te juzgan y tienen que decir: "Escuchame, macho, no puede ser así esto". Que es lo que hicieron los tipos del CAS: se cagaron en las fallas del reglamento. Pero podrían hacer un esfuerzo más, ¿no? —¿Y por qué creés que no hicieron el esfuerzo? —La verdad que no sé, pero es todo muy raro. Quizá algo nos estamos perdiendo. —¿Qué jugadores llamaron para apoyarte? —Todos me llamaron, pero pasé más tiempo con Zabala (Zabaleta) y Gastón. Con Mariano jugué, también con Enzo Artoni y mi viejo, que entrena a unos chicos. —Si volvés, ¿qué recaudos de más vas a tomar? —Más de lo que estuve haciendo no puedo hacer. Más que tener cuidado al extremo con los medicamentos y complejos vitamínicos, imposible... Ya tengo asumido que no podés estar tranquilo en ningún momento.

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