Dio todo, no alcanzó

Tras cinco interrupciones, Cañas cayó con Hewitt por 6-4, 3-6, 6-3 y 6-4 y ya no hay argentinos en Wimbledon

Hubo buen tenis, la garra y la mentalidad necesaria para jugarle de igual a igual a un ex campeón de Wimbledon. Guillermo Cañas vació sus bolsillos para tratar de conseguir el pase a los octavos de final, pero no fue suficiente. En un partido rocambolesco, Lleyton Hewitt le cerró el camino con un triunfo por 6-4, 3-6, 6-3 y 6-4, y le puso fin al paso de la Legión sobre el césped londinense. El adiós llegó en un partido cargado de circunstancias extraordinarias. En primer término, debería haber empezado a jugarse el sábado último, pero por la lluvia sólo lo hizo el lunes, y también por el mal clima, terminó ayer, al cabo de una larga suspensión previa y otras cinco interrupciones. La planilla oficial marcó 2h44m de juego, pero en la realidad el partido duró una eternidad. Se preveía un choque duro para ambos. Eso, en condiciones normales; pero en Wimbledon, por condiciones normales se entiende otra cosa sobre todo en un certamen devastado por la lluvia, que ha causado estragos en la programación y ya obliga a mirar de reojo la posibilidad de llegar al tercer lunes de acción. Cierto es que, desde el momento en que se llega aquí, cada jugador sabe a qué atenerse, pero no es fácil adaptarse a la constante combinación de calentamiento-partido-corte por lluvia-espera una y otra vez todo. En ese desarrollo con tantos cambios, el que mejor escapó del laberinto fue Hewitt, o por lo menos fue el que supo torcer el juego en su favor en el tramo decisivo. Imaginar qué habría sucedido en otras circunstancias es sumergirse en un juego de suposiciones. Todo había comenzado anteayer, con un break prematuro que el australiano supo conservar para ganar el primer set; después del primer corte (4-3), Cañas volvió mejor y obtuvo el segundo parcial. Por obra y gracia de las interrupciones, el tercer set se convirtió en una sucesión de quiebres; el show del break lo interrumpió Hewitt para tomar por asalto el tercer set; en la última suspensión, empujado por el aliento de algunos compatriotas, el australiano apuró en el séptimo game del cuarto parcial y consiguió un quiebre fundamental (4-3); así lo entendió Cañas, al que no le bastó un último intento. Hewitt, que sabía que se había quitado un obstáculo complicado de encima, celebró con su típico y aguerrido "¡Come on!". Dos minutos después, venía otro aguacero "Es difícil plantear un partido así, porque hubo muchos cambios y casi siempre me costó empezar de nuevo. El lunes sentía que estaba jugando muy bien y hoy -por ayer- no tuve el mismo nivel. Era difícil jugar dos o tres games, volver a salir, volver a entrar, sentirse bien de nuevo en una cancha a la que no te adaptás como a las otras, pero no es una excusa. Creo que el partido fue bueno, pero si se hubiera jugado todo en un día habría sido mucho mejor. Las situaciones son así para todos y esta vez me tocó perder", señaló Cañas sobre lo sucedido en el encuentro que marcó su salida del All England. De su lado, Hewitt reconoció: "Fue el partido más largo y duro que me tocó por culpa de la lluvia. Salimos y entramos muchas veces Fue más una batalla mental que otra cosa". Aunque fue menos contundente, Cañas coincidió con David Nalbandian en cuestionar el hecho de no jugar el domingo del medio, dedicado al descanso: "Creo que es una tradición tonta que no se juegue un domingo acá, y sobre todo si es un día de sol, como el que hubo aquí, más allá de que es un Grand Slam, que quizá no es el que más me gusta, pero me encanta venir y jugarlo. Pero lo de esperar fue para todos, y a lo mejor algunos se adaptan mejor a eso de salir y volver. Creo que cada uno lo vive diferente, es la suerte que se tiene en este torneo. Lo de aguardar es una situación más que tiene Wimbledon, la de acostumbrarte lo mejor posible al clima que tiene Londres". Al margen de los elementos extraños que rodearon a su choque con el australiano, Cañas trazó un balance positivo de lo hecho aquí. "Mis ilusiones eran más grandes, estaba jugando un gran tenis y podía avanzar más, pero me tocó un cuadro duro: tercera rueda con Hewitt, después tenía a Djokovic o a Kiefer... Pero me voy tranquilo porque di todo el esfuerzo e hice todo cuanto estaba a mi alcance". Con él, se fue el último argentino en los singles de un Wimbledon demasiado extraño.

• El Masters de varones viaja a Londres en 2009 La ATP confirmó que el Masters de fin de año de singles y dobles se trasladará del Qi Zhong, de Shanghai, al O2 Arena, de Londres, entre 2009 y 2012. El cambio se suma al de la WTA, cuyo Masters se disputará en Qatar entre 2008 y 2010, y en Estambul, entre 2011 y 2013.

• Los cuadros no se llevan nada bien con la lluvia Wimbledon tenía hasta ayer 177 partidos retrasados de acuerdo con el programa original. Por la lluvia se interrumpieron 142. Federer no juega desde el viernes, Nadal-Soderling irán hoy por su tercer día de juego. Los cuadros, a esta altura, son un rompecabezas.