10.4.06

Eterna obsesión

Por novena vez Argentina intentará pasar a la final de la Davis, esa Copa esquiva y ansiada desde 1923. De local y sobre polvo de ladrillo espera como favorita a Australia. Será del 22 al 24 de setiembre en el polvo de ladrillo más lento del mundo. Será seguramente otra vez en el estadio del Parque Roca. Y será la novena posibilidad argentina de pasar a la final de esa Copa Davis que durante toda la semana jugadores, capitán, cuerpo técnico, hinchas y periodistas vieron y admiraron en uno de los costados de la carpeta sintética del DOM Sportova. Ahí estuvo siempre custodiada esa hermosa Ensaladera de Plata que los croatas ganaron por primera vez el año pasado y que el tenis argentino busca con obsesión desde 1923. En esa primavera porteña Argentina recibirá a Australia para tomarse un desquite después de las derrotas sufridas en las semifinales de 1977 y 1990 en circunstancias totalmente diferentes. Pese a que aún faltan más de cinco meses para el duelo, no resulta arriesgado afirmar que Argentina será el favorito del match. En canchas lentas Mancini se puede dar el lujo de armar hasta dos equipos de enorme jerarquía y sólo una España completa podría discutirle ese reinado en ese tipo de superficie. Es cierto que Australia tiene una amplia historia detrás y que también buscará revancha después del 4-1 de Sydney del año pasado, pero ¿qué otras armas tiene hoy John Fitzgerald para sorprender a Argentina? Y además, ¿bajará Lleyton Hewitt, su mejor jugador y 12º en el ranking, a Sudamérica para jugar apenas dos semanas después de Flushing Meadows? Australia acaba de barrer a Belarús como local por 5 a 0 con Hewitt y Chris Guccione como singlistas titulares y Wayne Arthurs y Paul Hanley como doblistas. Es cierto que Hewitt tiene temperamento de sobra para jugar la Davis y que Arthurs y Hanley forman una pareja de excepción, pero ambos no se sienten nada cómodos en el polvo de ladrillo y Guccione está 168º en la clasificación. ¿Hay más variantes? Poco y nada: Peter Luczak, por ejemplo, es su segundo singlista en el ranking y está 130º. Aquella semifinal ante Australia de 1977 fue la primera chance que tuvo Argentina de jugar la definición de la Davis, pero Alexander y Dent fueron más que el mejor Vilas y la derrota en casa fue por 3 a 2. Tres años más tarde llegó la segunda oportunidad que, además, fue la más clara de ganar la Davis, incluso más que la de 1981. Porque Checoslovaquia era el adversario en Buenos Aires pero las diferencias de Vilas con los dirigentes (la famosa y triste solicitada) y el extraordinario nivel de Lendl sepultaron las ilusiones con aquel 3 a 2; una Italia sin demasiadas luces hubiera esperado en la final. En el 81, Vilas y Clerc aplastaron a Gran Bretaña (5 a 0 sin perder sets) como locales y aquel triunfo derivó en la primera y única definición de la Davis. Fue frente a Estados Unidos en el Coliseo Riverfront de Cincinnati que terminó con derrota en la temporada en la que Clerc y Vilas atravesaron el peor momento de su relación. En 1983 los dos llegaron otra vez a las semifinales pero la velocidad de la carpeta que eligió Suecia más la superior capacidad de Wilander, Jarryd y Simonsson en esa superficie pudieron con los argentinos, que terminaron perdiendo 4 a 1. Pasaron otros siete años y el pasto de Sydney más la comodidad en la que los australianos Cash, Masur, Cahill y Kratzmann fueron un obstáculo imposible de superar para Mancini, Jaite, Frana y Miniussi, quienes de todos modos dieron batalla (Jaite ante Masur y el dobles, esencialmente) antes del 5 a 0 en contra. La historia del siglo XXI habla de tres semifinales más en cuatro años: Rusia, el sintético más Safin, Kafelnikov y compañía fueron los escollos en 2002, en la serie en la que debutó Nalbandian en la Davis y que terminó 3 a 2. En 2003, España se impuso por el mismo resultado en Málaga con aquella ilusión de Calleri con su paliza ante Ferrero y las decepciones de Gaudio y Zabaleta. Y el año pasado fue Eslovaquia la que con su cancha súper veloz se quedó con los sueños de Coria, Nalbandian, Puerta y Gaudio. Fue 4 a 1 para Hrbaty y compañía. Fue la última semifinal. Hasta la de setiembre, contra Australia, cuando se renueve la magia de la Davis.

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