GUILLERMO CAÑAS:"Extrañaba sentirme jugador de tenis"

Feliz por su exitoso regreso, se prepara para jugar la Copa Petrobras. Arranca mañana en el Vilas. La diminuta cámara del fotógrafo de Olé despierta curiosidad en Guillermo Cañas, que demuestra conocimientos sobre el tema: "Es una 7.1, muy buena. A partir de 6 ya te sirve ¿no?" La respuesta es afirmativa y pixeles van, pixeles vienen, Willy se distiende y posa relajado en la sesión fotográfica. De repente, se descubre una arruga y pide: "Metele photoshop ahí, así desaparece, ja". Cañas sonríe y ante cada mueca de felicidad que disparan sus facciones, se puede advertir que atrás quedaron tiempos duros. "Nunca me voy a olvidar de los malos momentos que pasé", cuenta quien volvió al circuito tras estar 15 meses suspendido por un doping y se prepara para la cuarta etapa de la Copa Petrobras, que comienza mañana en el Vilas Club. —¿Qué es lo que más extrañabas del circuito? —Todo. Desde competir hasta las cosas malas del circuito, como no ver a tu familia durante semanas. En síntesis, extrañaba sentirme jugador de tenis. —¿Estás conforme con tu regreso o esperabas mejores resultados? —Esperar más era casi imposible: gané dos torneos, jugué una final y una semi. Fue como esperaba y más. —¿Pero te habías puesto como meta terminar el año en el top 100? Estás 214º y ya no llegás. — Cuando me puse la meta de terminar top 100 no calculé los puntos que había en juego. Fue un objetivo un poquito superficial, aunque así y todo tuve chances hasta la semana pasada. Lo que realmente me importa es poder jugar al nivel que lo estoy haciendo. —¿Qué sentiste aquel 12 de septiembre de tu vuelta, cuando tocaste la primera pelota? —En realidad comencé a experimentar sensaciones antes de ese primer partido. Por un lado, tenía una gran alegría por volver a jugar, pero al mismo tiempo una bronca, aunque positiva, que significaban mis ganas de volver a competir. —¿Cómo te sentís en cuanto a rendimiento? —Muy bien. Comencé haciendo un gran torneo en Belén, donde fui campeón. Luego no me favorecieron las semanas que tuve que competir en la altura, me cuesta mucho adaptarme. Y la semana pasada, cuando volví al llano, jugué bárbaro en Montevideo. Estoy preparado para ser protagonista en torneos grandes. —¿Qué significó volver al circuito challenger después de 10 años jugando torneos ATP? —Por un lado, fue difícil tener que volver a jugar torneos que habían quedado atrás. Pero, al mismo tiempo, fue muy grato retornar a lugares donde crecí, cruzarme con gente que organizaba los torneos cuando empezaba a jugar y sobre todo, el recibimiento que me dio la gente en todos los países donde estuve. —¿Lo esperabas? —No, me sorprendió. Fue increíble en todos lados, en Colombia, en Ecuador, en Brasil. Me movió mucho. —¿Cómo te recibieron los jugadores? ¿Alguien te recordó la causa de la suspensión? —No tuve ningún problema con nadie, fue excelente el trato que me dieron. Pero si alguna vez me lo recuerdan, no me voy a callar. —¿Qué diferencias hay entre un tenista challenger y un tenista ATP? —Son circuitos paralelos pero distintos. En los ATP hay más profesionalismo, que es algo que quienes quieren pasar la etapa de challengers deben incorporar. —¿Nunca jugaste en tu mejor nivel en Argentina? ¿Es la gran chance? —Es la nueva chance. Es verdad que me cuesta rendir bien acá, lo que pasa es que uno se presiona a sí mismo por jugar ante su gente. Ojalá sea el torneo soñado y pueda ganarlo.