17.12.06
Coria: "Sentía que había fracasado"
Mientras prepara su regreso a las canchas, un reflexivo Guillermo Coria analiza su magro 2006, en el cual dejó el circuito desde mediados de setiembre. Dice que "Por un año que me va mal no puedo deprimirme" y también que ahora "Quiero ir de a poco".
Hay que escuchar a este Guillermo Coria reflexivo y que mira bien para adentro. Al Mago que en 2006 olvidó su varita y sus mejores trucos en el arcón de la confusión. Lejos de aquel tenista explosivo que no paraba de ganar, el santafesino busca su rumbo fuera del circuito, en el cual no juega desde mediados de setiembre.
¿Cómo viviste ese mundo fuera del tenis?
ego, un minimonólogo. "Hubo días que me sentía pésimo. Sentía que había fracasado, estaba de mal humor. Y cuando paré me di cuenta que estaba totalmente equivocado. El tenis me dio mucho más de lo que imaginaba. A los 15 o a los 17 años firmaba por lo que vino después".
Vuelve sobre sus pasos quien hoy está 116º en el ranking. "De aquí en adelante voy a ir a una cancha a disfrutar. Durante mucho tiempo estuve muy exigente conmigo. Iba a los torneos y quería que me fuera bien. Y no aceptar perder en primera o en segunda ronda me ponía mal, me castigaba por eso y esta situación me llevó a un estado anímico que no me ayudaba a crecer.
—¿Esta es tu última chance?
—No. Eso tal vez lo pensaba a mitad de año cuando estaba tan desesperado que pensé que De la Peña era mi última oportunidad.
—¿Qué actitud vas a tomar?
—No me voy a volver tan loco con tener que jugar todos los torneos. No me voy a preocupar por el ranking porque ya estuve tres y muy cerca del dos. Quiero ir de a poco. Este es mi primer gran desafío, porque a mí, si bien no fue fácil, los resultados se me dieron desde chico. Y éste es el primer año que no me salieron los resultados como yo quería".
—¿Pensaste en el retiro?
—No, para nada. Lo del dóping y lo de la operación fue diez veces peor. Se me juntaron muchas cosas, entre ellas el juicio por el dóping, que daba vueltas en mi cabeza. Además vengo de tres años intensos; desde que me operé el hombro no paré. Y algunas de las decisiones que tomé no fueron las indicadas.
—¿Cuáles?
—Algunas decisiones apresuradas que tomé. Por no tomarme tiempo, por ver todo negro y cuando no estaba en condiciones de tomarlas. No sólo con el tema del entrenador, sino también de haber ido a jugar algunos torneos.
También se hace tiempo para explicar sus continuos cambios de entrenador y los problemas con el saque. "No siempre los jugadores tienen la culpa. Hay desgaste, viajás todo el tiempo con tu entrenador, se hace muy amigo y se pierde el respeto". Y agrega "a los entrenadores los conocés cuando empezás a traba jar. ¿Y si no te gusta? Tenés que cambiarlo. Tuve varios entrenadores que al mes, la relación ya no daba mas. Y por intentar, o por el qué dirán, demoré y me terminó perjudicando", dice sobre los DT. Y "el saque me hizo pasar malos momentos. El error fue haber escuchado y leído tanto, me jugó en contra. Estuve pendiente de lo que pensaba la gente y eso me afectó mucho".
Dijo el mago
"Sé que habrá muchas más chances de jugar finales de Copa Davis. Desde afuera me sentí como vacío, porque me hubiera encantado estar ahí. Me hubiese gustado estar en el equipo aunque no jugase. Igual me siento parte del equipo".
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