30.3.07
Cañas: dio otra clase magistral y dejó en el camino a Robredo
El argentino pasó a semifinales en Miami con una tarea sin fisuras. Ganó en dos sets (7-6 y 6-1) y ya está 37º en el ranking. Hoy se juega el pasaje a la final ante el croata Ljubicic, a las 20.
Con un tenis excepcional (otra vez), Guillermo Cañas le dio una clase magistral al español Tommy Robredo y vivió otro día de gloria en el Abierto de Miami. Por eso saludó a los cuatro costados del Crandon Park con su raqueta en alto y las más de 10 mil personas lo ovacionaron sin parar. Willy, el hombre que armó de su regreso al tenis una historia fantástica e inigualable, ganó por 7-6 (7-5) y 6-1 en 96 minutos para llegar a la semifinal del segundo Masters Series del año. Y hoy, desde las 19 (las 20 de Argentina), buscará su lugar en la final ante el croata Ivan Ljubicic.
Por sobre todas las cosas, Cañas respondió en la cancha desde todo punto de vista. En lo físico, afrontando sin dificultades su séptimo partido en el torneo. En lo mental, no quedándose dormido en la gloria tras vencer a Federer, y lo más importante, en el juego.
Porque Willy dominó el partido desde todas las facetas. Siempre estuvo un pasito adelante en un primer set muy luchado y parejo, con largos e intensos peloteos. Sacó muy, pero muy bien (en ese set inicial sólo cedió 5 puntos), defendió bárbaro —como siempre— y fue —sobre todo—, muy inteligente a la hora de atacar, de elegir los mejores tiros o de subir a la red. Aún con los breaks que se fueron acumulando a su favor —tuvo nueve y en el quinto set point recién pudo cerrar el set—, nunca se desesperó. Y en el tenis, tener paciencia es bueno.
Robredo, sin embargo, se prendió en la pelea, y hasta varió su juego promediando el primer set. Aflojó la bola, le sacó peso e intento acelerar con su derecha. Pero siempre corrió desde atrás. Y erró demasiadas derechas invertidas, uno de sus tiros favoritos. En el decisivo tie break, por ejemplo, falló tres bolas importantes con su drive.
A todo lo que provenía del cemento, el hincha argentino le ponía calor y color, dando una muestra más que este deporte se futbolizó. Otra vez flameaban banderas celestes y blancas sin parar en las tribunas. Más cuando el pupilo de Gastón Etlis quebró en el primer juego del segundo set. Y Robredo se derrumbó definitivamente: enfrente tenía una muralla inexpugnable.
"Les advertí que iba a volver en el mejor nivel", dijo sonriente Cañas, tras su triunfo. Y agregó sobre el partido de ayer: "Fue difícil porque tuve que trabajar mucho los puntos. Y desperdicié varias chances de quebrarlo. Hay veces que se hace difícil seguir focalizado, pero jugué bien el tie break y además tuve suerte con dos pelotas de él que pegaron en la faja". Sobre su choque ante Ljubicic comentó "es un gran sacador y tengo que estar muy bien yo. Será otro partido, diferente a los que vengo jugando".
Con este triunfo, Cañas es el primer jugador que, en los 23 años que lleva este torneo, alcanza las semifinales desde la clasificación. Y ese sprint lo llevará desde el 55 del ranking hasta el 37. "Se los repito, hoy soy más que ese ranking. Para ser top hay que mejorar día a día", comentó el ganador sobre su ascenso.
Además, la de hoy, será la cuarta semifinal que jugará en un Masters Series ya que Toronto (2002), París 2004 y Indian Wells 2005 lo tuvieron entre los cuatro mejores. "Dale Guillermo que llegamos al domingo", le gritó en castellano un aficionado. Falta menos, claro. Mucho menos para ese día.
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