Chela: se resignó ante Ljubicic y no pudo torcer la historia

El croata lo eliminó en el Abierto de Miami, al vencerlo por 6-3 y 7-5. Chela nunca pudo ganarle en seis partidos. Y tampoco pudo llegar jamás a las semifinales de un Masters Series. Ni siquiera el gran comienzo de temporada que está teniendo, hizo posible que Juan Ignacio Chela pudiera alivianar de un solo tiro esa pesada mochila que lleva sellados dos ítems principales. El primero es el que dice que nunca pudo llegar a una semifinal de un Masters Series y el otro, la racha negativa de caídas ante el croata Ivan Ljubicic. Ayer, el Flaco se quedó otra vez en los cuartos de final y su vencedor fue el tenista europeo, que le ganó 6-3 y 7-5. Chela llegaba hasta aquí siendo uno de los cuatro jugadores con más triunfos en el circuito en lo que va de la temporada: 20, la misma cantidad que su adversario. Su desventaja, la antes mencionada: que Ljubicic lo había vencido en los cinco partidos que jugaron antes. Y el inicio del juego dejó en claro que al tenista argentino le iba a ser muy difícil cambiar la racha. Uno de los motivos era que estaba con poca movilidad y así perdió el cuarto game con dos errores propios y dos tiros ganadores que vinieron del otro lado de la red. Se sumaba que Ljubicic andaba bien con el saque. Y allí es donde se ubicaba una clave del juego. Es que el siete del mundo tiene un servicio terrible. Con mucha potencia tira la pelota a la T o abierta y, si está en un buen día, los aces le hacen ganar muchos puntos. Ayer metió 14 (es decir casi cuatro games ganados con su saque) y lo más importante para él es que fueron en momentos en los que los necesitaba. Y, si no, un buen primer saque como cuando levantó dos breaks al game siguiente de haber quebrado. Una perlita al margen: antes de jugarse un punto, y en un total silencio, un hombre empezó a toser. Entonces, el umpire le pidió silencio y que !tomara un vaso de agua! Con el 5-1 a favor, de todas maneras, Ljubicic cayó en un bache, Chela se le acercó hasta 3-5, 30-30 con el saque del europeo, pero allí hubo otra vez sopa: dos aces y un set en el bolsillo. "En sus games tenía pocas chances, él ganaba muchos puntos con aces. Siempre hay que esperar que él tenga un mal día con su saque", explicaba más tarde un resignado Chela. El segundo set fue diferente. Porque Chela encontró más variantes para sorprender a su adversario. Fue más activo, arriesgó un poco más y se paró un poco más adelante en la cancha. Pero Ljubicic le metió cuatro aces en el segundo game como para recordarle que estaba allí. Igual todo era más parejo que en el primer parcial porque a Chela le funcionaba mejor la derecha (por eso empezaron a alentarlo sus compatriotas), aunque siempre sufría con el revés con slice que le ofrecía Ljubicic. Con actitud para ir a buscar el partido, Ljubicic presionó en el undécimo game, cuando sacaba Chela, yéndose a la red, haciendo equivocar al argentino, quien cometió tres errores. Así pudo quebrar y en el que fue su último game de saque volvió a meter otros dos aces. Chela salvó dos match points pero más no pudo hacer. "Antes del partido estaba con confianza, pero me molesta su juego", dijo Chela. Que en Miami no pudo cambiar dos historias desfavorables.