21.1.06

Otro por abajo

En la otra parte del cuadro, David Nalbandian sigue firme: venció a Nieminen y va contra Robredo. El finlandés Jarkko Nieminen venía agrandado: la semana pasada había conseguido el primer título de su carrera en Auckland y en las rondas iniciales del Abierto de Australia había pasado sin ceder un set. Necesitaba un freno. Y lo frenó un tal David Nalbandian, argentino y cuarta raqueta del mundo. Fue 2-6, 6-3, 6-2 y 7-5 para el campeón del Masters. Mentalidad ganadora. El arranque de Nalbandian no pudo ser peor: 6-2 categórico para Nieminen en un set de 31 minutos, el más corto de los cuatro. David no le encontraba la vuelta al drive explosivo del finlandés. Sin embargo, el unquillense apeló a toda su fortaleza mental y, de a poco, fue construyendo una victoria difícil. Respondió en el segundo set con un 6-3, revirtiendo el 1-2 inicial. Reafirmó su juego en el tercero, con dos quiebres de saque que sellaron el 6-2. Y salió igual de metido en el cuarto: lo tuvo en el 4-3 con su servicio, pero Nieminen recuperó el quiebre. Lo tuvo de nuevo en el 6-5 con su saque y no lo desaprovechó: mantuvo y liquidó el pleito. Nacido para los grandes. Sólo una vez en su carrera, Nalbandian quedó eliminado en la primera ronda de un Grand Slam: fue en el US Open 2002. De allí en más, David nunca se fue en el primer partido de un torneo grosso, y en diez oportunidades sobre doce posibles jugó, al menos, los octavos de final. En el triunfo ante Nieminen (el quinto en ocho enfrentamientos), se notó su experiencia en este tipo de torneos. Siempre va al frente. La característica más distintiva de David Nalbandian con respecto a los demás tenistas argentinos es su vocación ofensiva. Sin ser un jugador de saque y volea, el unquillense es muy efectivo cada vez que va a la red. Ayer, ante Nieminen, David dio otra clara muestra de que, si tiene que arriesgar en una situación límite, lo hace, y los resultados están a la vista: Nalbi festejó en 39 de las 53 veces que subió a la red. En octavos de final, el cordobés enfrentará al español Tommy Robredo, que superó al estadounidense James Blake por 6-3, 6-4 y 6-4. Jugaron tres veces, con dos triunfos de David, uno de ellos sobre cemento. Por ese antecedente y por la actualidad de ambos, da la sensación de que Robredo es uno de esos rivales con los que da gusto jugar en octavos, más teniendo en cuenta que después vendrían Ferrer o Santoro, dos que tampoco suelen llegar tan lejos. La chance de que David Nalbandian llegue a semi en Australia por primera vez está vigente, como el sueño de jugar allí con Roddick, y tomarse una revancha de la derrota en la misma instancia, en el US Open 03

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