Fue el primer día que estuvo colmado el complejo de Crandon Park. Claro, la oferta del viernes presentaba un menú de tenis variado y atrapante. Y hubo grandes sorpresas, en general. Porque se bajó Agassi antes de jugar, porque perdió la belga Justine Henin Hardenne entre las mujeres, pero esencialmente porque cayó el número 2 del mundo Rafael Nadal. Y después el número 3, David Nalbandian, tuvo que sudar y sufrir, que dejar el alma, para sacarse de encima al estadounidense Paul Goldstein, a quien le ganó 3-6, 7-5 y 7-6 (7-2) después de dos horas y 48 minutos cuando era de madrugada en la Argentina.
El unquillense no tuvo una noche inspirada (cometió en total 80 errores no forzados) y debió levantar dos match points en el noveno game del segundo parcial. Hasta que en el tie break decisivo le tiró toda su jerarquía a este californiano de 29 años que ocupa el 64° lugar en el ranking, y resolvió un pleito que resultó mucho más complicado de lo esperado. Ahora jugará con el checo Tomás Berdych en tercera ronda.
Pero Nalbandian no fue el único argentino que triunfó ayer en el Abierto de Miami. Porque más temprano el cordobés Agustín Calleri despachó en una hora y 14 minutos al francés Gael Monfils. Después de haber quedado 2-5 abajo en el primer set, Calleri dijo basta, tomó el control del partido, y ganó 7-5 y 6-4 para meterse en la tercera ronda de este Nasdaq-100 Open, en donde mañana enfrentará precisamente a quien eliminó a Nadal: el coterráneo del mallorquín, Carlos Moya.
Además, entre el triunfo de Calleri y el de Nalbandian, hubo tiempo y lugar para ver en acción a otro integrante del equipo nacional de Copa Davis que visitará a Croacia en Zagreb entre el 7 y el 9 de abril: José Acasuso perdió 6-1 y 6-2 con Berdych, quien no se apiadó del misionero.
Lindo problema tiene por estas horas Luli Mancini para definir el segundo singlista en el duelo ante el último campeón de la Davis. Porque, con Nalbandian como número uno indiscutido y con Calleri como compañero del unquillense en el dobles, antes de este Abierto de Miami el tablero mantenía la incógnita entre Acasuso y Juan Ignacio Chela para el segundo single. Pero, ¿y Calleri? "Yo, si tengo que elegir un rival en la Davis, prefiero Ancic. ¿Que puede ser el quinto punto? Me encanta jugar el quinto punto", dijo confiado el jugador de Rio Cuarto.
"Fue un partido difícil", señaló cuando empezó a trazar su análisis de la victoria sobre el francés hijo de Rufin, de la isla de Guadalupe, y de Sylvette, de la isla de la Martinica. Luego siguió Calleri: "Empecé con poca movilidad, aparte como hubo bastante viento se hizo un poco difícil, por eso estuve 5-2 abajo. Después me acomodé mejor con las piernas, pude soltar el brazo y terminé jugando muy bien".
Ante el advenimiento del Superclásico, Calleri, fana de Boca, recibió tras la victoria un regalo especial: un banderín, un pin y un llavero del club de sus amores que le obsequió el empresario y ex tesorero de Boca, Horacio Picado. "Le ganamos a River 2 a 0", dijo el cordobés.
No le importó demasiado que el próximo adversario salía de Nadal-Moya. Y lo dejó bien en claro, con su autoestima por las nubes: "Jugando de la forma en que estoy jugando me tengo mucha confianza. A cualquier jugador le duele que lo ataquen, que lo presionen, que lo desborden, y bueno, hoy estuve muy ofensivo, muy potente, y eso es crucial". Con Moya está 4-0 abajo. La última vez que se enfrentaron fue en Barcelona 2003.
La de ayer fue su mejor actuación en un Masters Series desde Montecarlo 2004: "¿En qué mejoré? No sé, el secreto está en trabajar. Si todo el año estaba jugando realmente muy bien, tenía que tener un poco más de confianza en mí mismo porque estaba jugando bien. Y ahora estoy más confiado", dijo al desembarcar en la tercera ronda en Key Biscayne.
25.3.06
Calleri y Nalbandian avanzan y se ilusionan en Miami
Esta madrugada, Nalbandian sufrió ante Paul Goldstein: lo venció en tres sets. Calleri eliminó al francés Monfils. Derrota de Acasuso.
Fue el primer día que estuvo colmado el complejo de Crandon Park. Claro, la oferta del viernes presentaba un menú de tenis variado y atrapante. Y hubo grandes sorpresas, en general. Porque se bajó Agassi antes de jugar, porque perdió la belga Justine Henin Hardenne entre las mujeres, pero esencialmente porque cayó el número 2 del mundo Rafael Nadal. Y después el número 3, David Nalbandian, tuvo que sudar y sufrir, que dejar el alma, para sacarse de encima al estadounidense Paul Goldstein, a quien le ganó 3-6, 7-5 y 7-6 (7-2) después de dos horas y 48 minutos cuando era de madrugada en la Argentina.
El unquillense no tuvo una noche inspirada (cometió en total 80 errores no forzados) y debió levantar dos match points en el noveno game del segundo parcial. Hasta que en el tie break decisivo le tiró toda su jerarquía a este californiano de 29 años que ocupa el 64° lugar en el ranking, y resolvió un pleito que resultó mucho más complicado de lo esperado. Ahora jugará con el checo Tomás Berdych en tercera ronda.
Pero Nalbandian no fue el único argentino que triunfó ayer en el Abierto de Miami. Porque más temprano el cordobés Agustín Calleri despachó en una hora y 14 minutos al francés Gael Monfils. Después de haber quedado 2-5 abajo en el primer set, Calleri dijo basta, tomó el control del partido, y ganó 7-5 y 6-4 para meterse en la tercera ronda de este Nasdaq-100 Open, en donde mañana enfrentará precisamente a quien eliminó a Nadal: el coterráneo del mallorquín, Carlos Moya.
Además, entre el triunfo de Calleri y el de Nalbandian, hubo tiempo y lugar para ver en acción a otro integrante del equipo nacional de Copa Davis que visitará a Croacia en Zagreb entre el 7 y el 9 de abril: José Acasuso perdió 6-1 y 6-2 con Berdych, quien no se apiadó del misionero.
Lindo problema tiene por estas horas Luli Mancini para definir el segundo singlista en el duelo ante el último campeón de la Davis. Porque, con Nalbandian como número uno indiscutido y con Calleri como compañero del unquillense en el dobles, antes de este Abierto de Miami el tablero mantenía la incógnita entre Acasuso y Juan Ignacio Chela para el segundo single. Pero, ¿y Calleri? "Yo, si tengo que elegir un rival en la Davis, prefiero Ancic. ¿Que puede ser el quinto punto? Me encanta jugar el quinto punto", dijo confiado el jugador de Rio Cuarto.
"Fue un partido difícil", señaló cuando empezó a trazar su análisis de la victoria sobre el francés hijo de Rufin, de la isla de Guadalupe, y de Sylvette, de la isla de la Martinica. Luego siguió Calleri: "Empecé con poca movilidad, aparte como hubo bastante viento se hizo un poco difícil, por eso estuve 5-2 abajo. Después me acomodé mejor con las piernas, pude soltar el brazo y terminé jugando muy bien".
Ante el advenimiento del Superclásico, Calleri, fana de Boca, recibió tras la victoria un regalo especial: un banderín, un pin y un llavero del club de sus amores que le obsequió el empresario y ex tesorero de Boca, Horacio Picado. "Le ganamos a River 2 a 0", dijo el cordobés.
No le importó demasiado que el próximo adversario salía de Nadal-Moya. Y lo dejó bien en claro, con su autoestima por las nubes: "Jugando de la forma en que estoy jugando me tengo mucha confianza. A cualquier jugador le duele que lo ataquen, que lo presionen, que lo desborden, y bueno, hoy estuve muy ofensivo, muy potente, y eso es crucial". Con Moya está 4-0 abajo. La última vez que se enfrentaron fue en Barcelona 2003.
La de ayer fue su mejor actuación en un Masters Series desde Montecarlo 2004: "¿En qué mejoré? No sé, el secreto está en trabajar. Si todo el año estaba jugando realmente muy bien, tenía que tener un poco más de confianza en mí mismo porque estaba jugando bien. Y ahora estoy más confiado", dijo al desembarcar en la tercera ronda en Key Biscayne.
Fue el primer día que estuvo colmado el complejo de Crandon Park. Claro, la oferta del viernes presentaba un menú de tenis variado y atrapante. Y hubo grandes sorpresas, en general. Porque se bajó Agassi antes de jugar, porque perdió la belga Justine Henin Hardenne entre las mujeres, pero esencialmente porque cayó el número 2 del mundo Rafael Nadal. Y después el número 3, David Nalbandian, tuvo que sudar y sufrir, que dejar el alma, para sacarse de encima al estadounidense Paul Goldstein, a quien le ganó 3-6, 7-5 y 7-6 (7-2) después de dos horas y 48 minutos cuando era de madrugada en la Argentina.
El unquillense no tuvo una noche inspirada (cometió en total 80 errores no forzados) y debió levantar dos match points en el noveno game del segundo parcial. Hasta que en el tie break decisivo le tiró toda su jerarquía a este californiano de 29 años que ocupa el 64° lugar en el ranking, y resolvió un pleito que resultó mucho más complicado de lo esperado. Ahora jugará con el checo Tomás Berdych en tercera ronda.
Pero Nalbandian no fue el único argentino que triunfó ayer en el Abierto de Miami. Porque más temprano el cordobés Agustín Calleri despachó en una hora y 14 minutos al francés Gael Monfils. Después de haber quedado 2-5 abajo en el primer set, Calleri dijo basta, tomó el control del partido, y ganó 7-5 y 6-4 para meterse en la tercera ronda de este Nasdaq-100 Open, en donde mañana enfrentará precisamente a quien eliminó a Nadal: el coterráneo del mallorquín, Carlos Moya.
Además, entre el triunfo de Calleri y el de Nalbandian, hubo tiempo y lugar para ver en acción a otro integrante del equipo nacional de Copa Davis que visitará a Croacia en Zagreb entre el 7 y el 9 de abril: José Acasuso perdió 6-1 y 6-2 con Berdych, quien no se apiadó del misionero.
Lindo problema tiene por estas horas Luli Mancini para definir el segundo singlista en el duelo ante el último campeón de la Davis. Porque, con Nalbandian como número uno indiscutido y con Calleri como compañero del unquillense en el dobles, antes de este Abierto de Miami el tablero mantenía la incógnita entre Acasuso y Juan Ignacio Chela para el segundo single. Pero, ¿y Calleri? "Yo, si tengo que elegir un rival en la Davis, prefiero Ancic. ¿Que puede ser el quinto punto? Me encanta jugar el quinto punto", dijo confiado el jugador de Rio Cuarto.
"Fue un partido difícil", señaló cuando empezó a trazar su análisis de la victoria sobre el francés hijo de Rufin, de la isla de Guadalupe, y de Sylvette, de la isla de la Martinica. Luego siguió Calleri: "Empecé con poca movilidad, aparte como hubo bastante viento se hizo un poco difícil, por eso estuve 5-2 abajo. Después me acomodé mejor con las piernas, pude soltar el brazo y terminé jugando muy bien".
Ante el advenimiento del Superclásico, Calleri, fana de Boca, recibió tras la victoria un regalo especial: un banderín, un pin y un llavero del club de sus amores que le obsequió el empresario y ex tesorero de Boca, Horacio Picado. "Le ganamos a River 2 a 0", dijo el cordobés.
No le importó demasiado que el próximo adversario salía de Nadal-Moya. Y lo dejó bien en claro, con su autoestima por las nubes: "Jugando de la forma en que estoy jugando me tengo mucha confianza. A cualquier jugador le duele que lo ataquen, que lo presionen, que lo desborden, y bueno, hoy estuve muy ofensivo, muy potente, y eso es crucial". Con Moya está 4-0 abajo. La última vez que se enfrentaron fue en Barcelona 2003.
La de ayer fue su mejor actuación en un Masters Series desde Montecarlo 2004: "¿En qué mejoré? No sé, el secreto está en trabajar. Si todo el año estaba jugando realmente muy bien, tenía que tener un poco más de confianza en mí mismo porque estaba jugando bien. Y ahora estoy más confiado", dijo al desembarcar en la tercera ronda en Key Biscayne.
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