"Estoy con ganas de pelear otra vez por cosas grandes"

Dice que ahora está más motivado y que confía en la capacidad del español José Higueras. "El me va a sacar lo máximo que yo pueda dar". Es mediodía en Key Biscayne. Sale él y entran los españoles Rafael Nadal y Juan Carlos Ferrero al court número 4. El sur de Florida está repleto de calor y humedad. Sale Guillermo Coria, entonces, junto a su amigo y colaborador Diego Moyano, y su PF, Javier Capitaine. Su esposa, Carla Francovigh, llega a su encuentro y el reducido grupo emprende la retirada. "En 45 minutos almuerzo y después hablamos", le dice el Mago a Clarín. Y al rato arranca la charla pactada, en el comedor para los jugadores, frente a un enorme ventanal que da al court central del complejo de Crandon Park. "La verdad es que estoy muy contento de haber encontrado a una persona muy tranquila, que sabe mucho de tenis". Empieza por su nuevo entrenador, el español José Higueras, eje de su nuevo estado de ánimo. Higueras estuvo en Indian Wells con Coria y volverán a encontrarse el 3 de abril en Palm Springs, California. "Es el entrenador —agrega— que siempre busqué. Y por suerte lo encontré ahora, a los 24 años, cuando todavía tengo mucho por delante. Estuvimos trabajando mucho en ataque. De la línea de base para adelante. Todo lo que es trabajo ofensivo, que era lo que me estaba faltando, y movilidad también. El objetivo de todos esos ejercicios era coordinar la movilidad, llegar mejor parado y bueno, estoy cambiando toda mi forma de pararme y de pegarle a la pelota". —¿Cómo estás anímicamente? —Bien. No venía para nada bien. Con muy pocas ganas, entraba a los partidos medio desmotivado, y no tenía la misma fuerza que tenía cuando recién empecé. Y hoy, desde el primer día que lo vi a José, me volvieron las ganas y estoy con la misma motivación que tuve en algún momento para lograr cosas grandes. De cada entrenamiento me fui contento y siempre aprendiendo algo. Sabiendo que había sido positivo el trabajo, cuando antes me iba caliente y negativo. —¿El te convenció para que vinieras al Nasdaq? —El no le da mucha importancia al resultado ni al ranking. Su prioridad es trabajar fuerte en los entrenamientos; dice que su trabajo se verá de acá a un año y medio o dos, tiene confianza de que jugaré bien en todas las superficies. Me dijo que venga y que no me fije en los resultados. Está claro que no voy a jugar de un día para el otro mi mejor tenis ni voy a sacar increíble con 10 días de entrenamiento. Por eso me dijo que venga de vacaciones después de tanto trabajo que tuvimos en los últimos 10 días. Obviamente trataré de ganar y hacer las cosas lo mejor posible. —¿Cómo es el plan general, entonces, de cara al futuro? —No pudo venir aquí por cuestiones personales. Arrancamos en Montecarlo. El va a estar en todos los torneos menos en Munich y en Roma, y eso es muy importante para mí. La idea es trabajar juntos a largo plazo, voy a vivir en Estados Unidos para tratar de aprovecharlo al máximo. Cambiaré Barcelona por Estados Unidos. Creo que vale la pena el intento, dejar todo, estar lejos de la familia, porque no me quedan muchos años y no venía con esa motivación y esa mentalidad hasta que lo conocí a él. —Hoy, pese a todo, sos el número 7 del ranking. Pero fuiste el 3. ¿Ese fue tu techo o sentís que todavía estás a tiempo de superarlo? —Yo estoy convencido de que él me va a sacar lo máximo que yo pueda dar, que me va a mejorar muchísimo, y ojalá no tenga techo. Confío mucho en él, él confía en mí. Así que estoy... Estoy con ganas de volver. Con ganas de pelear otra vez por cosas grandes. Hoy siento esas ganas que había perdido. —¿Aquella sombra negra de la lesión en el hombro ya pertenece al pasado? —Sí, sí, por suerte también la del codo se va recuperando; venía del U.S. Open del año pasado con una tendinitis bastante grande. No sé si fue por causa del movimiento del saque, que estaba malo, pero me venía doliendo cada vez más. Así que estoy bien, adaptándome a la filosofía de José. Pienso que llevará algunas semanas adaptarme en lo físico y en lo tenístico a esta nueva etapa. Pero vale el intento si quiero ser un gran jugador.