Del Potro y Mónaco se despidieron en cuartos de final en Roma

Sucumbieron respectivamente en sus compromisos con el serbio Djokovic por 6-3 y 6-4 y el chileno González por 2-6, 6-3 y 6-4 y dejaron el Foro Itálico sin argentinos en las puertas de las semifinales. Por un lado, Juan Martín Del Potro, que no había rendido en todo su esplendor en sus dos primeros partidos en el certamen. Por el otro, Juan Mónaco, quien había logrado una resonante victoria contra el cuarto del ranking, Andy Murray, en la primera ronda. Ninguno pudo este viernes prolongar la esperanza argentina en el Masters 1000 de Roma, que se desarrolla sobre polvo de ladrillo y reparte 2.750.000 euros en premios. Enfrente de Del Potro estaba el número tres del mundo, Novak Djokovic, quien nuevamente exhibió toda su potencia sobre el Foro Itálico, eliminó al tandilense con un contundente 6-3 y 6-4, en una hora y 39 minutos de juego, y se clasificó para las semifinales, donde chocará con el suizo Roger Federer, quien superó al alemán Mischa Zverev. El encuentro comenzó con un quiebre del serbio, pero siguió con la rápida recuperación del quinto del escalafón en el tercer game. Sin embargo, Djokovic, quien se mostró mucho más preciso desde el fondo y con más movilidad, volvió a conseguir un rompimiento en el cuarto juego y eso le alcanzó para quedarse con el parcial. Del Potro, en cambio, estuvo demasiado estático y sufrió bastante para desequilibrar a su rival. El jugador albiceleste sumó apenas cuatro tiros ganadores y acumuló 12 errores no forzados, mientras que el europeo, apoyado en su derecha invertida, acumuló 13 winners y 11 fallos en ese primer capítulo. El segundo set fue más parejo, ya que Djokovic bajó un poco la intensidad de su juego y le entregó más oportunidades al bonaerense. Justamente, Del Potro contó con dos chances de quiebre en el cuarto juego y no las pudo capitalizar. Para colmo, el serbio salió con todo en el game siguiente y consiguió un rompimiento clave. El tres del planeta siguió martillando con su drive y nuevamente logró más tiros ganadores que el argentino (9 a 4). El primer match point llegó en el octavo juego, pero Del Potro se levantó con su servicio -terminó con un bajo porcentaje de primeros (53). Pero en el game siguiente, tras desperdiciar otras tres chances, el europeo cerró el encuentro con su saque. Después, la historia que vivió Pico (58°) contra Fernando González (13) fue bien distinta. Protagonizó un encuentro de dos horas y ocho minutos en el que batalló y terminó sucumbiendo por 2-6, 6-3 y 6-4 con la idea de que el encuentro se le escapó por muy poco de entre las manos. Ahora, su verdugo irá ante el mejor del mundo, el español Rafael Nadal, vencedor de su compatriota Fernando Verdasco por un doble 6-3.. En el primer set, el tandilense picó en punta y sorprendió al trasandino, tomando una rápida ventaja y llevando a su rival a un estado de notorio fastidio que desembocó en muchos errores no forzados (20 contra cinco), mientras que Pico se fortalecía con su primer saque. Dos quiebres y un rápido set parecieron encaminar la historia a favor del argentino. Pero en el segundo parcial, y pese a un arranque en el que González continuó con sus enojos y quejas hacia el umpire, el Bombardero se despertó con una mayor potencia y concentración, encontró precisión en su drive y sus aproximaciones ofensivas a la red comenzaron a serle más productivas. Jugó mejor los break points en contra (salvó dos de tres), hizo pesar sus tiros ganadores (14 contra cuatro de Mónaco) y logró dos rupturas contra una para agrandarse y emparejar los parciales. Sin embargo, en el tercero quedó claro que Pico no estaba dispuesto a entregarse. Concentrado e incisivo, luchó palmo a palmo cada game, aunque tanto en el séptimo como en el noveno quedó claro que al argentino le costaba más mantener su servicio. Primero lo logró, aunque en el noveno, luego de haber estado 40-0, terminó cediéndolo para dejar al chileno 5-4 cara a cara con la victoria. Y no falló. Mónaco se despedía de un torneo que no olvidará, en el que supo batir a Murray pero no pudo con su sombra negra, que lo derrotó las cinco veces en que se enfrentaron.