Tiene apenas 17 años, es tandilense y una de las mayores promesas del tenis argentino. Ayer, Juan Martín del Potro se presentó oficialmente en el court central del Buenos Aires Lawn Tennis Club (ya había jugado en diciembre último, cuando perdió frente a Agustín Calleri por la Copa Argentina), y, lejos de cruzarse con un rival acorde con su actualidad, se topó con Juan Carlos Ferrero.
Algunos números pueden tomarse como referencia previa: el juvenil argentino jugaba el segundo ATP de su carrera –debutó en Viña del Mar hace un par de semanas– y enfrentaba a un adversario con más de 450 partidos en el circuito mayor, con 11 títulos, uno en Roland Garros 2002, que fue N° 1 del mundo y que ahora está 18°.
Ante un adversario al que hasta hace poco sólo veía por televisión, Del Potro jugó un gran partido, más allá de la derrota por 6-2, 4-6 y 6-4 en 2h17m. Dio batalla, exhibió algunas de sus virtudes –un muy buen revés de dos manos, un drive pesado– y algunos pecados de juventud –decisiones apresuradas–. Ferrero, cuando tuvo que pisar el acelerador, no dudó. Como en el 4-4 del tercer set, cuando desequilibró a Del Potro con dos impecables devoluciones y encontró el break necesario para definir luego.
"Cuando vi que el partido se puso parejo, pensé en ganarlo, y quizás eso me jugó en contra. De todos modos, creo que jugar contra él es positivo, aún soy muy chico y creo que estoy en el camino correcto. Todavía me falta un montón para aguantar un partido de estas características; tengo que mejorar el saque, que me hubiese salvado de varias situaciones. En esta clase de encuentros se siente, sobre todo, la diferencia de mentalidad, porque él a lo mejor podía desconcentrarse un rato, pero siempre estaba ahí, y las oportunidades que le di las aprovechó. Me pasó lo mismo en Viña, contra Fernando González: les pude jugar de igual a igual, pero todavía me falta mucho para ganarles", señaló Del Potro, con buen criterio.
"Es joven y tiene muchas ganas, es luchador, tiene grandes tiros y buena altura (1,95m)", destacó Ferrero.
14.2.06
Del Potro, una promesa que crece
Tiene apenas 17 años, es tandilense y una de las mayores promesas del tenis argentino. Ayer, Juan Martín del Potro se presentó oficialmente en el court central del Buenos Aires Lawn Tennis Club (ya había jugado en diciembre último, cuando perdió frente a Agustín Calleri por la Copa Argentina), y, lejos de cruzarse con un rival acorde con su actualidad, se topó con Juan Carlos Ferrero.
Algunos números pueden tomarse como referencia previa: el juvenil argentino jugaba el segundo ATP de su carrera –debutó en Viña del Mar hace un par de semanas– y enfrentaba a un adversario con más de 450 partidos en el circuito mayor, con 11 títulos, uno en Roland Garros 2002, que fue N° 1 del mundo y que ahora está 18°.
Ante un adversario al que hasta hace poco sólo veía por televisión, Del Potro jugó un gran partido, más allá de la derrota por 6-2, 4-6 y 6-4 en 2h17m. Dio batalla, exhibió algunas de sus virtudes –un muy buen revés de dos manos, un drive pesado– y algunos pecados de juventud –decisiones apresuradas–. Ferrero, cuando tuvo que pisar el acelerador, no dudó. Como en el 4-4 del tercer set, cuando desequilibró a Del Potro con dos impecables devoluciones y encontró el break necesario para definir luego.
"Cuando vi que el partido se puso parejo, pensé en ganarlo, y quizás eso me jugó en contra. De todos modos, creo que jugar contra él es positivo, aún soy muy chico y creo que estoy en el camino correcto. Todavía me falta un montón para aguantar un partido de estas características; tengo que mejorar el saque, que me hubiese salvado de varias situaciones. En esta clase de encuentros se siente, sobre todo, la diferencia de mentalidad, porque él a lo mejor podía desconcentrarse un rato, pero siempre estaba ahí, y las oportunidades que le di las aprovechó. Me pasó lo mismo en Viña, contra Fernando González: les pude jugar de igual a igual, pero todavía me falta mucho para ganarles", señaló Del Potro, con buen criterio.
"Es joven y tiene muchas ganas, es luchador, tiene grandes tiros y buena altura (1,95m)", destacó Ferrero.
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