10.2.06

Viernes de gloria

Argentina sacó una ventaja decisiva de 2-0 ante Suecia y tiene la clasificación en la mano. Primero, Nalbandian puso su jerarquía para vencer por 3-6, 6-2, 6-4 y 6-1 a Soderling. Y la grata sorpresa del día fue la actuación de Acasuso, quien debutó en el torneo con un aplastante triunfo ante Johansson por 6-1, 6-1 y 6-3. El dobles de mañana en Parque Roca puede definir la serie. El primer paso en la Copa Davis fue hacia adelante. Debía ser hacia delante. Para alimentar su ilusión, Argentina no podía darse el lujo de permitirle a Suecia que se agrande en Buenos Aires. No en casa, donde ganó 38 de 40 partidos luego de caer ante Eslovaquia en 1998. Pero nada fuera de lo previsto sucedió, y con el 3-6, 6-2, 6-4 y 6-1 de David Nalbandian ante Robin Soderling y el contundente 6-1, 6-1 y 6-3 de José Acasuso ante Thomas Johansson, el equipo del Luli Mancini se puso 2-0 arriba y quedó match point en la serie de primera ronda, que es el punto de partida en el camino hacia la tan ansiada Ensaladera de Plata. Los encargados de levantar el telón de la serie fueron David Nalbandian y Robin Soderling, allá por las once de la mañana. Y a pesar de lo que se imaginaba para un enfrentamiento entre el número cuatro y el número 100 del planeta, el arranque del partido estuvo bastante nivelado. Ni por asomo se notó esa enorme diferencia de ranking, que debe pesar más allá de que en la Copa Davis no haya ranking que valga, y mucho menos se sintió la localía de Argentina, que dejó el mítico Lawn Tennis para mudarse al Parque Roca, un lugar olvidado y extraño para el mundo del tenis . Ahí la gente tardó en entrar en calor y ni siquiera la presencia del mismísimo Diego Maradona, con anteojos de sol, remera de Argentina y botella de agua mineral, hizo que el estadio se encendiera. La única persona capaz de hacer que los viejos y conocidos “¡noooo!” ante cada error del sueco cobraran vida, parecía ser David Nalbandian. Pero el cordobés salió a la cancha un tanto frío y contagió al público, que lució ausente durante todo el primer set. Soderling proponía peloteos largos y, si bien rara vez arriesgaba, pocas veces fallaba. Y ahí fue donde sacó ventaja. Porque a su paciencia se le sumó la falta de precisión de Nalbandian, que a pesar de mostrarse firme con su servicio, sólo tuvo dos chances de quebrar en el quinto juego, pero las desaprovechó. Encima, cuando el argentino sacaba 3-4 y 30-40, metió una doble falta para dejar a su rival con inmejorables chances de llevarse el parcial. El sueco ganó el game en cero y se metió en el bolsillo el set por 6-3. Si bien se esperaba mucho más de Nalbandian, que parecía no poder afirmarse en la cancha, también es verdad que se esperaba mucho menos de Soderling. Sin embargo, en el segundo parcial, David tiró su ranking sobre el polvo de ladrillo de un Parque Roca a esa altura casi colmado y dio vuelta las cosas. Sacó su libreto, que indicaba que al sueco debía buscarlo por el lado del revés, y ejecutó su plan al pie de la letra. Con tres breaks, un juego sólido desde el fondo y ya con el constante aliento de la gente, el de Unquillo se impuso por 6-2. Parecía que el argentino había tomado el hilo del partido. Parecía, claro, porque todo se volvió más inestable que antes. Tanto que los primeros cinco games del tercer set fueron quiebres. A David le costaba horrores pasar con su drive cuando no estaba bien afirmado y por ese lado fue por donde cometió la mayoría de los errores. Para colmo de males, en algunos pasajes, Soderling parecía meterse en la piel de Michael Chang en sus mejores épocas y volaba de una punta a otra trayendo todas y cada una de las pelotas. Pero a pesar de esa enorme entrega, el sueco también colaboraba con lo suyo para emparejar las cosas hacia abajo. Entonces, con el partido así dado, se caía de maduro que iba a sacar ventaja el que estuviera más fino. Dicho y hecho: en el cuatro iguales, Nalbandian levantó con su saque un 0-40 y a partir de ahí ganó nueve de los diez puntos que se jugaron para irse 6-4 arriba. Ya en el cuarto parcial no hubo paridad. Mientras que Nalbandian crecía, a Soderling se le acababa la nafta, y ante la falta de respuestas, buscaba excusas en el aliento de la gente, que de vez en cuando gritaba o chiflaba en algún momento poco prudente, pero no como para que al sueco se le soltara la cadena. En fin, a pesar de las quejas del equipo visitante, y ante un Diego Maradona que agitaba sus brazos sin parar, David cerró el set por un cómodo 6-1 para poner al equipo del Luli Mancini 1-0 arriba. Ya con la tranquilidad que le daba la victoria de Nalbandian, José Acasuso salió a enfrentar no sólo al número uno del equipo sueco sino a nada menos que su debut en la Copa Davis. Y muy lejos de sentir esa presión, el Chucho devolvió con resultados la confianza que Mancini había puesto en él y redondeó una actuación soberbia. Con su derecha trabajando a la perfección, movió por toda la cancha a Johansson a puro palazo y sólo necesitó 33 minutos para quedarse con el primer set por 6-1. Bastante parecidas fueron las cosas en el segundo parcial. Porque el misionero, para desgracia de los suecos, demostró que tenía más para dar. Johansson, en cambio, seguía buscando variantes: intentaba con pelotas altas, con drops, yendo a la red. Pero nada. El Chucho estaba intratable, y esta vez, lo cerró por 6-1 en poco más de media hora. Es que el sueco no podía mantener el ritmo que proponía Acasuso. El peso y la velocidad de las pelotas del misionero hacían que su rival pareciera cualquier hijo de vecino jugando un domingo por la tarde en el club. Pero la pesadilla del sueco no terminó ahí. En el inicio del tercer set, al ver que el argentino no cedía, prácticamente tiró la toalla. Ya casi estaba parado y no dejaba que los puntos durasen demasiado. Se la jugaba a matar o morir. Y ahí Johansson logró una pequeña remontada, pero el misionero levantó un par de break points en contra que hubieran puesto a su rival a tiro y cerró el set por 6-3 para poner a Argentina 2-0, con una ventaja inmejorable y a un paso de los cuartos de final. Todo puede definirse mañana con el dobles, que en principio lo jugarán Agustín Calleri y Nalbandian frente a Simon Aspelin (que eventualmente podría ser reemplazado por Johansson) y Jonas Bjorkman. El domingo, tal vez sólo para decorar la serie, Nalbandian jugará ante Johansson y Acasuso frente a Soderling.

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