Se autoproclamó como "uno de los cinco candidatos para ganar Roland Garros" este año.
Guillermo Cañas basó su afirmación en la "gran semana" de tierra que ha jugado en Barcelona, el "buen partido" realizado contra Nadal, pese a la derrota, y el "gran nivel" que ha exhibido desde que regresase a la competición tras una sanción de quince meses por dopaje.
El bonaerense, que pasará del 28 a 22 del ránking ATP después de luchar por el título en Barcelona, definió la final de hoy como "un buen espectáculo" y opinó que el partido fue "más duro de lo que al final dijo el marcador".
Cañas argumentó que la diferencia entre él y Nadal fueron "dos 'breaks'" y lamentó haber perdido el encuentro ante el número dos mundial, por pequeños detalles que, "ante jugadores como él, se acaban pagando".
"Con Rafa hay que jugar los puntos al máximo para poder ganarlos y, aún así, muchas veces no los ganas, como sucedió hoy, pero estoy contento, porque jugar con el mejor Nadal me sirve para conocer el nivel que estoy dando", argumentó
Guillermo Cañas tampoco quiso poner como excusa las molestias que sufrió en su antebrazo derecho durante la semifinal con su compatriota Agustín Calleri y que el sábado le hicieron pensar incluso en la retirada.
"La verdad es que dentro de la cancha, el brazo no me ha molestado para nada. No tuve ningún problema físico y pude dar todo lo que tengo en la pista", concluyó
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