9.4.07

WILANDER SOBRE DEL POTRO:"Será un Top 10"

El ex número uno del mundo y capitán de Suecia, quedó encantado con la actuación del tandilense en la serie. "Es un gran jugador, me sorprendió su revés, es muy bueno. Además, si sigue sacando como lo hizo en esta serie, va a ser muy difícil que le ganen", aseguró. El día después en Gotemburgo. Ya pasaron algunas horas del partido que cerró la serie de Copa Davis que terminó favoreciendo a Suecia por 4-1 y, al margen del sabor amargo de la derrota, queda una sensación de optimismo pensando en lo que se viene. ¿Por qué? Porque este cruce de cuartos de final postergó al menos un año más el sueño levantar por primera vez la Ensaladera de Plata, pero a su vez dejó en claro que Argentina encontró a un jugador bien copero, alguien llamado a ser líder del equipo en el futuro: Juan Martín del Potro. No hay que dejarse engañar por sus 195 centímetros de altura ni por su mirada penetrante: Del Potro es un pibe. Claro que no le pesó la pilcha de hombre cuando hace dos meses salió a la cancha en Linz para enfrentar al local Jurgen Melzer y, con mucho tenis y más corazón, lo venció en cinco sets. Ese día fue designado por el capitán Mancini para reemplazar al lesionado José Acasuso. Cosas del destino, este viernes le tocó cubrir a otro consagrado, Guillermo Cañas, quien venía sufriendo por su pierna izquierda. Y el juvenil tandilense no desentonó. Era una parada más que brava, ya que David Nalbandian –el as de espadas argentino– había caído frente a un inspirado Thomas Johansson. Pequeña responsabilidad la del chico Del Potro: pisar la rápida carpeta del Svenska Mässan para chocar con Robin Soderling, el singlista sueco con mejor ranking, y ganar para evitar el 0-2. No pudo lograrlo Juan Martín, aunque estuvo cerca, mucho más de lo que indica el frío resultado (7-6, 7-6 y 6-4). Se fue del court llorando y masticando bronca por su primera derrota en la Davis. En ese momento le resultaba imposible darse cuenta de que hay caídas que a la larga sirven más que muchos triunfos. "¿Pudiste ver el partido? Jugaste bárbaro", le comentamos al día siguiente. "No lo vi, pero perdí, ya está", respondió. "Dale, pedí el video, vas a ver...", retrucamos. "Está bien, cuando llegue a Buenos Aires lo pido", dijo mientras se le dibujaba una sonrisa y sus largas piernas lo llevaban a la habitación. Era sábado y el dobles argentino posteriormente caería frente a la dupla sueca Bjorkman-Johansson en el encuentro que selló el triunfo local en la serie. Llegó un domingo distinto, en el que ya no se jugaba por los puntos. Había que cumplir con la formalidad y, tras la previsible derrota de Prieto ante Bjorkman en el cuarto punto, Del Potro debía medirse con Robert Lindstedt. No había mucha motivación, es cierto, pero el tandilense sabía que le viene bien tener rodaje en la Davis, de cara al futuro. Le costó meterse en el partido, aunque lo sacó adelante (7-6 y 6-4) haciéndose muy fuerte con su servicio, un aspecto de su juego que hasta hace poco era deficitario. ¿Consecuencia? A los 18 años ya jugó tres partidos para Argentina -todos de visitante- y tiene récord positivo (2-1). ¿Cuál es el techo de Del Potro? Difícil saberlo en este momento, ya que, pese a su llamativa madurez, es un jugador en evidente desarrollo. Esta 61° en el ranking de la ATP, pero su futuro ilusiona. Y mucho. Al margen de sus innegables condiciones, Juan Martín se hace querer en el equipo argentino, así que era tiempo de buscar una opinión imparcial. Clarín.com habló entonces con Mats Wilander, ex número uno del mundo y actual capitán de Suecia. "Es un gran jugador, me sorprendió su revés, es muy bueno. Además, si sigue sacando como lo hizo en esta serie, va a ser muy difícil que le ganen", nos comentó. "Yo creo que en poco tiempo estará en el Top 10", agregó Wilander, palabra autorizada si las hay. Del Potro parte hoy rumbo a Buenos Aires junto con Mancini. "Me pasaron muchas cosas en este último tiempo y necesito pensar un poco en todo esto", dijo. Y hace bien, es hora de parar un poco la pelota y darse cuenta de que lo suyo ya es una realidad. Si todo va bien, en poco tiempo estará dando pelea en los torneos más importantes y algún domingo cercano nos regalará la alegría de verlo campeón. También volverá a ponerse la camiseta de Argentina para tratar de que el sueño de ganar la Davis se concrete en 2008. Tiene todo para ser un grande de verdad, sólo es cuestión de respetar sus tiempos y dejarlo crecer.

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