26.12.05

Firmado: Puerta

El cordobés, sentenciado con una suspensión de ocho años por doping, se defendió y dio detalles del caso en una carta de lectores. Conocida la sentencia de ocho años por su caso de doping, Mariano Puerta eligió expresarse por escrito. El día en el que el mundo se enteró de la noticia sobre la suspensión más extensa en la historia del tenis, su apoderado legal, Eduardo Moliné O''Connor, difundió un comunicado en el cual el finalista de Roland Garros rompía el silencio. Anteayer, en carta de lectores del diario La Nación, Puerta respondió a las opiniones publicadas del sociólogo Pablo Alabarces, el filósofo Santiago Kovadloff y el periodista Alfredo Bernardi, además de ampliar cuestiones sobre el juicio que se llevó a cabo en Londres. "En las dos sentencias dictadas por doping, los jueces reconocieron que las sustancias prohibidas se ingirieron accidentalmente y sin beneficiarme, por el tiempo transcurrido desde la administración de una medicina; que la ingesta de etilefrina fue accidental; que no era consciente de la contaminación, y no podría ser tan poco inteligente como para arriesgar mi carrera", fue su defensa. Además, aseguró que el profesor Forrest, perito en el juicio, indicó que la única versión con base científica es la relatada en la defensa. Se refiere a la supuesta confusión en el restaurante de Roland Garros por la que ingirió menos de una gota de Effortil, medicamento que Sol, su esposa, utiliza para la baja presión. "Quédense tranquilos quienes hayan leído sobre mi persona acerca de irresponsabilidad profesional, guitarreo o fraude, escrito por quienes juzgan mi honor sin conocer los hechos, y apartándose de la calificación judicial de accidente ajeno a mi voluntad que mereció mi conducta por los jueces de ambos episodios", sumó Puerta, quien además agregó: "Antes de Roland Garros tuve tres análisis impecables desde el 1ø de enero, por lo que no necesitaba ayuda de nada para llegar a donde llegué, sino la de mi propio juego". La demora en explicar lo sucedido que reprochan los jueces no tiene fundamento alguno: se puede replicar la acusación hasta la finalización del plazo reglamentario, sin que exista razón alguna que exija anticipar las defensas. El plazo venció el 18 de noviembre; allí se presentó la defensa, por lo que mis abogados no entienden cuál es el sentido de ese reproche". El informe químico del profesor Forrest se tuvo recién entrado el mes de noviembre, pocos días antes de presentar mi defensa. En cuanto a la supuesta negligencia para evitar ingerir la sustancia, uno de los presentes en la audiencia dijo, y quedó registrado como parte de su alegato, que tomar otras precauciones más allá de las adoptadas por mí como prevención, estaría ''fuera de lo que razonablemente podía pedírsele''. Ese "alguien" fue el abogado de la acusación, la Federación Internacional de Tenis". "Mi silencio anterior se debió a que el código aplicable impone el absoluto secreto a todas las partes, jueces y funcionarios intervinientes".

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