7.12.05

Luna a pura lógica

La Copa Vilas, el maestro de todos los tiempos, se la quedó David Nalbandian, el maestro del momento: superó por 6-2 y 6-3 al chileno Gónzález y fue ovacionado. Una visita a la Luna es el sueño de muchos terrestres. ¿Quién no fantaseó alguna vez con pisar ese suelo lejano e impenetrable que se alza a miles de kilómetros? David Nalbandian conoce de viajes exóticos: hace menos de un mes volvió con toda la gloria de China, donde se coronó como maestro. Ayer, el unquillense se dio un paseo por la Luna. Pero...¿la Copa Vilas no se jugaba en el Luna?. Sí, señores, pero díganselo a David, que en estos tres días de "exhibición", siguió mostrando un tenis de otro planeta, o de otro satélite mejor dicho. Ayer, en la final ante Fernando González, Nalbandian les brindó otra clase a los 6.000 fanáticos que se acercaron al Luna. Fue triunfo del sexto del ATP por 6-2 y 6-3, que recibió el trofeo de manos del propio Willy, en medio de un emotivo abrazo con chicos de capacidades diferentes de la Fundación de la ex jugadora de padel Cecilia Bacigaluppo. Desde la previa, se notaba que la gente había llegado para ver una victoria del cordobés. Era el caso de Rodrigo Peláez, un estudiante de 21 años, que había viajado desde Trelew para ver a su ídolo: "Vine los tres días. Quería ver en directo a un fenómeno mundial como es David. Está al nivel de Federer o Nadal, tenemos que darle más importancia a todo lo que está haciendo". Durante el partido, la Nalbandianmanía se nota más, pero David ni se inmuta: sigue apabullando al chileno, que aparece desorientado y sólo encuentra alguna chance de resurgir cuando David lo decide. Pero son vanos los intentos de Feña, que finalmente se rinde ante la categoría de un jugador que parece no tener techo. Antes del sólido triunfo de Nalbandian, se definió el tercer puesto, que quedó en manos del estadounidense Taylor Dent, quien superó a Gastón Gaudio por 6-2 y 6-4 en poco más de una hora. Dent no le dio al Gato ninguna oportunidad de mostrar su talento, más allá de algún chispazo. Encima, el hijo del legendario Phil Dent (obtuvo la Davis 77 con Australia) se ganó una ovación de la gente por usar una camiseta de Argentina. "Me la regalaron y me la puse. Acá me trataron con mucho cariño", dijo el 30ø del mundo quien, antes de despedirse, prometió volver pronto al país. Sin embargo, la estrella de la fiesta fue Nalbandian, que celebró junto a la gente un título que sirvió para demostrar que está en un nivel altísimo y que si se lo pone como meta peleará por el número uno el año que viene. Mientras sueña y hace soñar con un 2006 espectacular, David se relaja y sigue disfrutando de sus pasatiempos. Hoy, por ejemplo, jugará junto a su amigo Angel Cabrera el Pro Am del 100ø Abierto de la República de golf, en San Isidro. Lo conocemos, de vez en cuando, David necesita irse por un rato a la Luna. ¿Quién puede cuestionarlo, si cuando está en la Tierra hace cosas de otra galaxia?

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