11.12.05

Puerta intuye un buen final en la historia del dóping

El cordobés irradia tranquilidad, confianza, como si supiera que el 2006 lo tendrá nuevamente como protagonista del circuito ATP. Perdió el viernes la final con el brasileño Gustavo Kuerten en Río de Janeiro, se acostó a las 2 y se levantó a las 4 para volar hacia Ezeiza. Cuando llegó se bajó de un avión y pasó a otro privado que alquiló para llegar a Córdoba. A las 14.10 de ayer, y junto a su papá Rubén, Mariano Puerta llegó al hotel Holiday Inn y tras dejar sus cosas y sacarse fotos con cuatro chicos, el cordobés se fue a almorzar. En estos días decisivos para su carrera, y antes de su debut en el Indoor Master Tennis, en el Orfeo, el 12 del mundo camina seguro, con confianza, como si supiera que 2006 lo tendrá otra vez como protagonista del circuito ATP. Como si supiera que la causa por su presunto dóping fuera a quedar en la nada. Como si supiera que pronto se abrazará a un resultado favorable... Ajeno a la denuncia de L'Equipe, el diario deportivo francés que lo acusó de dar positivo en la final de Roland Garros, Puerta —con remera y pantalón negro— se prendió en el análisis del sorteo del Mundial de fútbol, cuando fue consultado por Clarín. "Todos dicen que es un grupo difícil; para mí no. Nos toca un debutante, somos cabeza de serie, el grupo es de cuatro equipos y clasifican dos". Una contraofensiva le llegó de parte de su colega Gastón Gaudio, que estaba allí cerca. "Ojo, va a ser duro, eh", dijo firme el campeón de Roland Garros 2004. El silenzio stampa que acompaña a su entorno (ya no tiene a Guillermo Pérez Roldán como entrenador) también lo envuelve. Pese a su hermetismo, sin embargo, Puerta continúa con su tour de exhibiciones. Tras el certamen que finalizará hoy en Córdoba, el campeón 2005 de Casablanca volverá a Buenos Aires para la presentación de la Copa Argentina (el miércoles), y luego participará en ese torneo en el Buenos Aires Lawn Tennis. Cansado por el largo viaje, Puerta durmió una pequeña siestita y se fue a entrenar a las 18.30 a la excelente cancha sintética del Orfeo, un estadio de primer mundo que recibió a este jugador nacido en San Francisco y que de chico emigró a Buenos Aires. Los cordobeses lo ovacionaron en el calentamiento previo y en la presentación oficial del torneo. Puerta firmó autógrafos en las típicas pelotas grandes. Y en el 5-4 del primer set, con el estadio en silencio, escuchó de un espectador: "¡Vamos, Mariano, que los franceses no saben nada!", en alusión al diario L'Equipe. Ahí está Mariano Puerta, que ya piensa en su calendario tenístico 2006 con objetivos bien claros: "Voy a trabajar para que sea mi mejor año y trataré de terminar como top ten".

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