Nalbandian piensa en su futuro

Como suele suceder, el cordobés renegó del tenis como asunto exclusivo en su vida: "No es lo único para mí". En cuanto a los objetivos del próximo año, aseguró que irá por "todo": "Ganar un Grand Slam, terminar dentro de los tres, pelear por el uno y la Davis" Se sabe que David Nalbandian no es un tenista al que sólo se le pueda sacar de la cabeza golpes de drive y revés o que un triunfo en el torneo más importante del mundo pueda llevarlo a abandonar sus pasatiempos preferidos. Por eso aseguró una vez más que "el tenis no es lo único" en su vida y que ya planea su futuro. "El tenis es lo más breve que me va a tocas vivir", explicó el flamante ganador del Masters de Shanghai, y agregó: "Si te ponés a pensar, el día después del retiro se produce dentro de una edad joven. Y yo no me veo haciendo nada. Por eso, hago las cosas que me van gustando para imaginar el futuro". El cordobés parece tenerlo claro: "Si alguien tuviese la receta para ganar, la emplearíamos todos. Nadie tiene la verdad. Yo siempre digo: el tenis no es lo único para mí. Tengo un montón de cosas que me gusta hacer y disfrutar". Es por eso que el tema sobre su futuro cae casi por decantación. "Estoy armando un proyecto de equipo de rally y otros emprendimientos, algunos de ellos secretos, de los cuales surgirá mi futuro como profesional", aseguró en declaraciones al diario La Nación. La vida después de Shanghai El tenista de Unquillo tampoco olvidó su pasado, cuando las cosas eran más difíciles: "Empecé de abajo, peleándola como se podía. Me acuerdo de que hubo torneos en los que para ir nos ayudaban amigos o vecinos. Hasta hubo veces en que no pude ir a los campeonatos nacionales o algún que otro torneo. Y esas cosas que vivís internamente te las acordás, lo valorás como el esfuerzo que hizo tu familia para intentar ser alguien en el deporte". Y todavía no se detuvo luego de la victoria en el Masters. "En poco tiempo cambió todo. Pero lo que más me asombró fue el reconocimiento de la gente...¡infernal! Es algo increíble el afecto, lo que se siente dentro de una cancha", se entusiasmó Nalbandian. Comparó el éxito con otro momento cumbre de su carrera, con la final de Wimbledon en julio de 2002: "Lo tomo distinto, mejor parado, mejor como persona, más grande y más maduro. Por eso, creo, ahora lo disfruto más". Operación 2006 "Es duro ser el número uno, llega uno solo de miles y miles que lo intentan y lo sueñan. Sé que puedo pelearlo, que estoy ahí, pero que no soy el único. Ojalá que lo pueda lograr, más allá de que el objetivo no es chico", explicó, ante la pregunta constante sobre si es posible llegar a lo más alto. En cuanto a los objetivos para el año que viene, anunció que quiere ir por "todo": "Ganar un Grand Slam, terminar dentro de los tres, pelear por el uno y la Davis". Y concluyó: "Uno viene de vivir una Copa Davis como la de Australia y al otro día hay que entrenarse otra vez. Yo me acuerdo del triunfo con Hewitt, pero no con la tranquilidad con la que yo quisiera".