¿Dónde llegarán?

Doce partidos jugados y apenas dos ganados. Primera lectura (contundente): por los resultados, la actuación de los argentinos desde que en 2003 volvieron a jugar el Masters fue mala. Ahora se abre una nueva chance para Guillermo Coria, Gastón Gaudio y David Nalbandian (Mariano Puerta estará pero como suplente). Entonces cabe la primera pregunta ambiciosa: ¿hasta dónde llegarán? Y enseguida, el segundo interrogante modesto: ¿podrán ganar algún partido en el torneo de Shanghai? Serán varios los obstáculos que tendrán en el Masters: la calidad de los adversarios, la superficie y la propia actualidad. Enfrentarán a la mayor parte de la elite del tenis del mundo y casi todos —quizá sólo Davydenko tuvo similares actuaciones— cosecharon mejores resultados a lo largo del año en el tipo de cancha que se utilizará en el estadio Qi Zhong. Mientras la ATP anuncia que el torneo se jugará sobre cemento, el piso es en realidad un Gerflor, el mismo que el de París-Bercy, el más veloz del circuito después del césped. Más allá de la adaptación y de lo mejor o peor que los argentinos controlen la pelota, la superficie quitará piernas porque habrá que jugar bien agachado. Por eso, ante el enemigo que será el cansancio, resultará clave ganar el primer partido para fortalecerse anímicamente. Coria, Gaudio y Nalbandian no están en su mejor momento. El santafesino se estancó en los últimos meses, dejó de ser explosivo y está jugando más atrás en la cancha, sin anticipación y sin cerrar los puntos rápidamente. El campeón de Roland Garros 2004 mejoró un poco en la lucha contra sí mismo aunque por momentos ésta siga siendo una batalla desigual, en particular por los déficits de su saque. El cordobés, más allá de su súbita incorporación a la última cita del año, suele tener un plus de rendimiento en los grandes torneos. Para eso deberá superar los vaivenes de los últimos tiempos.