23.11.05

Un tenista extranjero se burló de los argentinos por el doping

Fue en el partido que disputaron ayer Juan Martín Del Potro y el austriaco Daniel Koellerer, en Buenos Aires. Ante un gran revés paralelo del tandilense, el rival se enfureció y le hizo un gesto como que se inyectaba En un polémico e irregular partido de tenis, el austríaco Daniel Koellerer eliminó de la primera ronda del challenger de Buenos Aires al juvenil tenista argentino Juan Martín Del Potro por 5-7, 6-2 y 7-5 en dos horas y 53 minutos de juego y ante 400 espectadores. El partido tuvo un momento de muy mal gusto por parte del austríaco, quien, en el undécimo game del primer set, ante un gran revés paralelo de Del Potro hizo un gesto como que su rival estaba inyectado, en clara alusión a los dópings que sufrieron ultimamente los tenistas argentinos. Ese gesto de parte de Koellerer fue sancionado con un "warning" (amonestación) por el extrañamente permisivo árbitro brasileño Carlos Bernardes, mientras que el público reprobaba cada uno de los exhabruptos del europeo, hasta que en un momento, el jugador se acercó al árbitro general del certamen, Paulo Pereira, y le dijo que la gente era estúpida porque lo chiflaba. El primer set fue muy irregular. Del Potro recién ajustó la mira de sus tiros de drive (especialmente los paralelos) sobre el final del parcial inicial. Justo a tiempo ya que Koellerer, con un break a favor, estuvo 5-3 arriba y sirvió para el set en 5-4. La reacción de Del Potro, quien ante una doble falta en el octavos game gritó "basta de cagarte", llevó al tandilense a ganar cuatro games al hilo y cerrar 7-5. En el segundo capítulo, Del Potro entró en el desagradable juego de su rival (inclusive se subió a la silla del umpire para pedirle que lo callara) y lo pagó con el set: 6-2. Koellerer siguió gritando, gesticulando, enfrentándose con el público y hablando, hasta el hartazgo con el juez de silla. El tenista visitante acusó a un joven espectador de gritarle "hijo de puta", haciendo un verdadero escándalo e inclusive increpó a una jueza de línea de cubrir al supuesto agresor verbal. Por ello, el encuentro, estuvo detenido unos 4 minutos. En el arranque del tercer set, Del Potro comenzó quebrando el servicio de su rival, pero más allá de tranquilizarlo eso presionó al jugador de Tandil que no terminaba de sentirse cómodo en la cancha. Tanto es así, que los nervios y el desgaste físico, le jugaron una mala pasada al argentino quien, en el octavo game quedó tendido en el piso acalambrado en su pierna derecha. Entró el médico a atenderlo, mientras que del otro lado de la red Koellerer protestaba y tiraba la raqueta. El árbitro, nada. Visiblemente en inferioridad de condiciones, Del Potro, sin movilidad fue perdiendo posibilidades y el partido se le escurrió más allá del incondicional aliento de un público que despidió con abucheos al austriaco, quien irónicamente aplaudió a los espectadores.

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