22.9.05

Cábalas son cábalas

Coria quedó contento con el sorteo previo a la semis con Eslovaquia. El Mago va en primer turno y se puso como loco: “Se dio otra vez igual que en Australia, así que estoy contento”. Qué la suerte esté de tu lado... Al final el sorteo tan esperado del match entre Argentina y Eslovaquia, se dio a conocer. Guillermo Coria será el que tenga que abrir la serie por las semifinales de la Copa Davis enfrentando a Karol Beck. En tanto, David Nalbandian disputará el segundo punto ante el eslovaco de mejor rendimiento los últimos años, Dominik Hrbaty. Sí, igual que en cuartos contra Australia. Por eso, pese a que no le fue bien cuando abrió la serie ante los oceánicos, El Mago se puso contento: "Siempre es bueno saber a qué hora jugás, porque ya organizás todo para esa hora, entrás en calor, comés. Estás esperando entrar y sabés que está David (Nalbandian) y no poder ir a verlo para no ponerte nervioso, es un poco difícil controlarlo, ", le dijo Coria a la agencia DyN. Por eso, Coria se alegró con el sorteo. Le sirve para bajar la ansiedad y saber con certeza a qué hora juega. Igual, eso no garantiza nada... “Empezar ganando en el primer punto es lo que espero y lo que todos esperamos, porque va a ser importantísimo, así David entra un poco más tranquilo. Porque él tiene el partido más difícil, pero yo sé que si no juego bien, a Beck es muy difícil poder ganarle. Creo que si todos jugamos a nuestro nivel tenemos muchísimas chances". Si vos lo decís... La serie arrancará mañana desde las 10:00 de Argentina y se jugarán los dos partidos de singles, el sábado –desde las 11- será el turno del dobles en el que Beck y Michel Mertinak se enfrentarán a Nalbandian y Puerta, mientras que la última jornada, también desde las 10, se disputarán los encuentros entre Coria y Hrbaty –con dos triunfos cada uno en el historial- y el de Nalbandian ante Beck –en el único partido entre ambos, se impuso el eslovaco en el Masters Series de Montreal-, en el cierre de la serie que dará el pase a la final. Para muchos la buena fortuna estuvo del lado argentino, a otros les da lo mismo. Lo cierto es que arrancar una serie tan dura –por la superficie y el rival- ante el a priori, más débil de los singlistas rivales da cierta tranquilidad. Está claro que esto no asegura nada, sino basta sólo con recordar el último enfrentamiento entre argentinos y eslovacos allá por 1998. En aquella oportunidad, un prometedor Hrbaty llegó como el segundón de su equipo y finalmente fue quien terminó cargando al hombro a su equipo, mientras que Karol Kucera, por ese entonces número 6 del mundo, casi hace agua –perdió un juego ante Hernán Gumy- en el pesado polvo de ladrillo del Buenos Aires Lawn Tennis. Finalmente fue derrota para Argentina y ese partido que Gumy le ganó a Kucera no tuvo tanta relevancia.

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