22.9.05
Coria y Nalbandian, en una práctica a lo grande
Bratislava encanta los miércoles en la mañana. Lo sabe cualquiera que acomoda melancolías contra los bordes del río Danubio, o endereza los párpados hacia el edificio del Teatro Nacional Eslovaco, o se extravía en las callecitas sinuosas del centro histórico, o escucha las conversaciones mansas que cuentan la vida en los bares de la ciudad. Cuestión menor entre tantas bellezas mayores, el deporte argentino dejó este miércoles una exhibición que mereció disfrutarse aunque durara poco más de una hora: el primer entrenamiento compartido entre Guillermo Coria y David Nalbandian.
Nada de ese juego superpoblado de recursos que ambos expusieron ante unas pocas personas sobre el suelo acelerado del estadio Sibamac le asegurará a la Argentina vencer a Eslovaquia en las semifinales de la Copa Davis que empezarán mañana a las 10 hora argentina (hoy a las 6 será el sorteo). Pero sí permitió verificar que las dos principales cartas que el capitán Mancini echará sobre la mesa del tenis no aparecen en cualquier mazo. "Lo rápido que están jugando estos dos", casi exclamó Martín Rodríguez, testigo de ese intercambio intenso en el que Nalbandian sacó y devolvió como en los días mejores y en el que Coria mostró que, aunque llegó a Bratislava luego que sus compañeros, va logrando que una mano del talento de la suya se adapte a la superficie veloz.
Con ajustes que conocerán ellos, el ejercicio de Nalbandian y Coria, como apuntaba Rodríguez, tuvo un ritmo digno de un partido real. Tanto que, desentendida de que se trataba sólo de una práctica, una señora que miraba desde una de las cabeceras se dio el gusto de aplaudir un par de veces.
El resto de la jornada se construyó con menos tiempo de cancha que las anteriores, como si los jugadores fueran midiendo fuerzas para el desafío que llega. Una conferencia de prensa dominada por las preguntas en eslovaco y una recepción oficial en la que además tomaron parte el equipo rival y las autoridades locales completaron el día. Pero lo mejor estuvo antes. En ese entrenamiento a lo grande de Nalbandian y de Coria. Ese mismo que, por un rato, les puso a las mañanas de los miércoles en Bratislava un encanto más
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